Por Jorge Arturo Orozco Sanmiguel
La película conocida de 1932, Frankenstein, relata como un joven y apasionado científico, asistido por el jorobado Fritz, crea un cuerpo humano, cuyas partes han sido recolectadas secretamente y de varias fuentes. El anhelo que consume al doctor es el de crear vida humana a través de varios artefactos eléctricos perfeccionados por él mismo.
Dentro de toda la trama que conlleva, el tema que interesa es la forma. Pues este suceso es conocido en varios momentos y lugares. ¿Cuántos no conocemos que son creadores de artistas, figuras públicas y, ejem, políticos?
Este es el caso que retomamos. Nuevamente en esta “administración” del H. Congreso del Estado, y particularmente dentro de la bancada del Movimiento de Regeneración Nacional, vemos un Frankenstein tomando la Coordinación de la Bancada de MORENA. Una actora política que deja mucho de qué hablar.
Retomar partes de un viejo y aniquilado PRI e inyectarle sustancias de bienestar y moral popular para revivirla en el ambiente político, fue la mejor obra que realizó la Dirigencia Estatal Morenista. Su creación no solo fue estupenda, si no más satisfactoria. Desde campaña, el movimiento guinda fue cuestionado por sus candidatas y candidatos emanados de otras dirigencias políticas, tal es el caso de las candidaturas federales: Virgilio Mendoza y Locho Morán, fuertes opositores contra la izquierda, y ahora los vemos flamantes defensores de la 4T.
La disputa por la candidatura a la presidencia de Colima, que estuvo entre sí y no, finaliza con una candidata también fuerte opositora de la transformación. ¿Qué los destaca? Que durante toda la campaña evitaron nombrar algún escenario o frase morenista, ya sea por miedo, crítica o simplemente vergüenza. ¿Qué nos quisieron decir? MORENA en Colima no tiene perfiles idóneos y recurren a rescatar sarcófagos y revivir actores.
Esta vez, nos confirman que su bancada será dirigida por lo más sucio y demandable del priísmo con Andrea Naranjo, denostando que la dirigencia de MORENA no tiene perfil apto, o peor aún; la dirigencia de dicho partido no es coordinada por actores de lucha, sino por ciertas personalidades que no vemos en las pantallas ni en las fotografías. Con esta acción, demuestran que las manos operativas del partido tienen movimiento por las uñas de los expriístas. ¿Por qué será así?
Se vienen tres años más del mandato morenista, pero veamos ahora el vaso medio vacío. En esta legislatura solo vimos comidas, reuniones y fotografías con Don Juan y Doña Lupita operando humildad. ¿Cuál fue el cambio? Confiados en la transformación de Colima, seguimos a la espera de que la bancada guinda cumpla su promesa. ¿Cuál fue la respuesta? La inserción evidente de la derecha en el movimiento.
Pero desde una perspectiva, posiblemente fue una buena acción estratégica, pues la oposición sí se calmará, porque hablar mal de la diputada y sus posibles actos de corrupción arrastre a uno que otro legislador o legisladora del PRI y el PAN. En pocas palabras, no podrán escupir al cielo.
En cierta parte, la coalición entrante Sigamos Haciendo Historia, conformada por MORENA, PT y PVEM tiene esperanza. Tienen mucho trabajo legislativo las y los diputados del Partido del Trabajo y del Partido Verde en no manchar sus nombres con estas acciones que ya de por sí están “muy manchadas” Solo es cuestión de que el PT aumente y fortalezca los programas que ya proponen, como sus escuelas, viviendas y atención a la salud. Y en el caso del Partido Verde, reforzar sus programas ecológicos, y crear más proyectos.
Tendremos tres años más, y se espera el verdadero trabajo de la transformación: acabar con la corrupción que MORENA mismo tiene, disminuir la violencia que ellos mismos provocaron y atender verdaderamente los temas de salud, que también desprotegieron. En palabras llanas: su enemigo a vencer son ellas y ellos mismos. Esperamos no ver más Frankensteins en los siguientes puestos legislativos.
