Frases que forman generaciones
Por: Carlos Aguirre
Desde mi época de estudiante de secundaria, a mediados de los 70´s, mi papá me inculcó el amor a la lectura y el acercamiento a los grandes pensadores que han dejado su opinión plasmada en frases cortas, u obras completas, que reflejan fielmente la realidad de la sociedad en el momento que fueron escritas o pronunciadas.
Algunas frases, títulos de obras y referencias, las llevo conmigo siempre: “La libertad no se entrega ni por todo el oro del mundo”; vivir es aprender, para ignorar menos”; “no importa lo que se coseche, sino lo que se siembra”; “el hombre para el hombre siempre es un lobo”; La comedia humana”; “…y todo lo que intentaba decir, resultaba ser verso…”. Tuve la fortuna de ser alumno, además de Don José Aguirre, mi padre, de Gabriel de la Mora y de Don Gregorio, Goyito Macedo, de Ramoncita Carvajal, entre otros, y de ellos me nació ese gusto.
Así es que, a través de sus escritos, acciones y enseñanzas, pensadores y luchadores sociales perduraron a través del tiempo. Muchos de ellos son famosos y son referentes obligados, otros no tanto y son encontrados por casualidad, en los compendios de frases célebres o ahora recurriendo a San Google. Recuerdo una colección de tres libros que eran de mi papá, hasta que me los apropié: Antología del pensamiento político.
Esa pequeña colección aún la conservo, tres libros de regular tamaño, poco menor al tamaño esquela de las libretas y de un grosor de unos 3.5 centímetros. Solo viene el nombre de cada autor, fechas conocidas o estimadas, de nacimiento y muerte y la frase, o frases de acuerdo al tema. No viene mayor referencia y no es que sea necesaria, al contrario, mientras menos, más.
Frases de libertad, honor, pasión, verdad, amistad, salud, grandeza, guerra, paz, amor, odio, son algunas de las que siempre llamaron mi atención. Nunca he sido seguidor y mucho menos fanático, de frases de motivación y/o de superación personal, tengo una muy particular opinión al respecto y no impresión muy particular de quienes hacen su vida (y su fortuna) de ello y con ello. Desde luego que respeto ese quehacer su forma de pensar, simplemente trato de entretenerme en otras cosas, que seguramente a otros les resultará indiferente y eso es lo que me encanta del ser humano, la individualidad del pensamiento, por más que haya un grupo de miserables tratando de imponer su verdad por encima de la libre opinión del resto.
Es natural que un grupo trate de imponer su ideología, va junto con pegado en todos los grupos. El liderazgo trata de ser sembrado en cada vez más personas, para dejar claro quién es el líder y la capacidad que tiene para tomar decisiones. Esa parte me queda claro, el liderazgo se debe ejercer. El punto controvertido es el cómo. Muchos -como ahora en México- tratan de imponer su liderazgo por la fuerza, con el control absoluto de todos los medios disponibles y violentando incluso la ley.
Ese tipo de liderazgo es lo peor que le puede suceder a un pueblo; aprovecharse de la bondad popular con el pretexto que sea, para los fines que sean, siempre será un acto deplorable y reprobable, miserable dirían otros.
Por eso, destacar a quienes promueven la libre expresión y manifestación de ideas, con el único objetivo de dejar constancia de la inconformidad social, pero sobre todo de la reflexión, es algo obligado y quiero compartir mi admiración y reconocimiento a Essaú López, CEO de AFmedios, quien desde sus espacios busca la transformación social para bien, abriendo la posibilidad para que otros lo hagan y es que, como él dice: “En un país donde la censura y la intimidación son sombras permanentes, el periodismo se convierte en un acto valiente de resistencia social”. Gracias amigo, por tu visión, compromiso y apertura y desde luego, por esta puerta que nos abres.