Las medidas para retirar la comida chatarra en escuelas de educación básica no tendrán freno pese a las críticas, dijo el secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio.
El titular de la SEP explicó que a partir de 2011 no habrá venta de refrescos y de alimentos altos en grasas o azúcares en los planteles escolares y que se integrarán Comités de Padres de Familia y Maestros para que se cumpla con estas medidas.
“No hay polémica, está clarísimo, es público, es notorio, el criterio que estamos publicando, debería de terminar de una vez por todas esta polémica”, explicó Lujambio.
El funcionario dijo que las normativas que se aplicarán en las escuelas permitirán sólo alimentos que cumplan con requisitos “muy exigentes” de mínimos de grasa, calorías y azúcares.
“Las escuelas primarias no van a tener ningún refresco, ni azucarados, ni con edulcorantes no calóricos, agua simple van a tomar nuestras niñas y nuestros niños en primaria”, dijo.
La medida se aplicará desde enero de 2011 en las 220,000 escuelas de nivel básico, públicas y privadas, para hacer un cambio en la cultura alimenticia de los mexicanos y “dar un gran paso contra la obesidad”.
En abril, el pleno de la Cámara de Diputados aprobó las reformas en materia de salud que buscan frenar el consumo de alimentos chatarra y la obligación de media hora de ejercicio en las escuelas del país.
La última Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de 2006 concluyó que en México hay 52.2 millones de personas con problemas de peso y que la proporción de mexicanos adultos con sobrepeso es de 70%.