No han parado de bailar y sus esfuerzos –las largas jornadas de ensayo, los sudores derramados— ya dieron frutos. El Ballet Folclórico Infantil Los niños de Colima, obtuvo el Premio a la Excelencia, máximo reconocimiento que otorga el Youth Dance Festival of New Jersey que se celebró los días 8 y 9 de octubre en Estados Unidos.
La agrupación, que está auspiciada por la Secretaría de Educación estatal y la Universidad de Colima, presentó en total diez coreografías de Rafael Zamarripa de las cuales tres –La culebra, La iguana y Calabaceados—resultaron ganadoras; concursaron en dos categorías diferentes: nueve a doce y trece a quince años de edad.
La comunidad se pone de pie para reconocer a los integrantes de este Ballet Folclórico Infantil quienes –dirigidos por los maestros Rafael Zamarripa y Juan Carlos Gaytán– ya son afortunados por haber encontrado una pasión: la de bailar.
Ésta era la primera gira internacional en la que participaba el grupo: “Los estudiantes se han elevado a otros niveles. Cuando planeamos este proyecto se pensó en hacer un grupo infantil con la capacidad de estar entre los mejores del mundo y gracias a los esfuerzos de muchos –de los maestros, de los niños, de los padres de familia—se logró concretar la primer gira internacional del ballet infantil en un contexto de gran exigencia participando en el Youth Dance Festival of New Jersey”, apuntó Juan Carlos Gaytán, subdirector del Ballet Folclórico de la U de C.
La experiencia de la gira internacional –abundó– inició el 5 de octubre: “Muchos pisaron por primera vez un aeropuerto y se enfrentaron a esa experiencia de volar, además se separaron durante una semana de su lazo familiar con las implicaciones que eso tiene: responsabilidades personales y grupales de las que no tenían conciencia”.
En su primer día en New York, los integrantes del Ballet Folklórico Infantil visitaron el Museo de la Historia Natural, dieron un paseo por Broadway y vieron el musical de Billy Elliot en el Teatro Imperial: “También tuvieron la oportunidad de bailar en la Alvin Ailey School mostrando su folclor de una manera sincera, inocente y natural, contagiando de una forma inesperada a estudiantes, alumnos y directivos del programa infantil de esa institución”.
Christine Dakin –doctora honoris causa por la Universidad de Colima y maestra de prestigiadas escuelas de danza– comentó que la presencia del Ballet Infantil abrió nuevos horizontes para el mundo de la danza en los Estados Unidos; agregó que los niños mostraron pasión, técnica, felicidad y tradición enmarcados por un trabajo de entrenamiento en sus cuerpos y hábitos en sus bailarines: “Tenerlos aquí es un regalo para mi vida personal y profesional…es un sueño”.
Otras personalidades de la danza, como Héctor Zaraspe y Leonid Kozlov, hablaron incluso de la posibilidad de realizar un intercambio cultural: “Con su bella energía y mágicas coreografías los integrantes del Ballet Folclórico Infantil motivaron a otros jóvenes bailarines (…) el trabajo estaría fuertemente reforzado con un intercambio cultural”; sugirió Kozlov; la propuesta es invitar, a finales de este año, a algún bailarín de la agrupación colimense a desempeñar un papel importante en el montaje de un espectáculo bajo su dirección”.