COLIMA.- Alan Fernando Pérez Rolón, hace cine independiente en Colima desde hace varios años. Él estudió Lingüística en la Universidad de Colima, pero el arte, hacer cine lo atrapó, y junto con su hermano menor Aldo -quien fue uno de los protagonistas- realizaron un proyecto, un cortometraje denominado Ganga de Morros, en el que contó con la participación del actor nacional Christopher Valencia.

El pasado viernes 30 de junio, presentó este trabajo que tiene una duración de alrededor de 9 minutos, en la ciudad de México, en Nocturna Films, que seleccionó varios títulos para mostrar el talento de los que les gusta hacer cine experimental e independiente.

Un niño caminando por un bosque se encuentra con un drogadicto que lo quiere asaltar, esa es la trama inicial de este filme, que tuvo como locación el Parque Ecológico de la Campana.

«Mensaje como tal no hay, no creo que el arte como tal deba dejar algo en concreto al espectador, cada uno debe agarrar lo que quiere de una canción, de una pintura, un cuento o una película, yo nada más tomo lo que mi mente tiene, lo expulso con coherencia, y así trabajo», comentó Alan quien escribió el guión y dirigió la filmación.

Hasta el momento ha realizado cuatro cortometrajes más, el resto de su trabajo han sido parte de talleres y cursos en los que ha participado.

«Ganga de Morros ha estado en algunos festivales de cine independiente, nominaron a mejor actor a Aldo Rolón por su papel, y ha tenido otras nominaciones como mejor cortometraje y mejor dirección», señaló este joven de 26 años de edad.

Los cortometrajes tienen una duración máxima de 40 minutos; muchos cineastas profesionales también producen cortometrajes como una forma de expresión artística o para explorar ideas antes de desarrollar un largometraje.

Alan señala que en Colima hay cine experimental, pero el público es muy reducido, porque es una visión más artística, no tan comercial como la que se manejan en la salas de cine de los grandes consorcios.

«Como cualquier cosa que tenga que ver con el arte, como pintura, escultura, jala a muy pocas personas».

Mencionó que Ganga de Morros ha sido presentado en el Patio Taller, espacio escénico independiente, ubicado en José Antonio Torres 232, en el centro de la ciudad de Colima, donde se apoya y difunde cine, danza, teatro, todo el arte.

«La gente debería de darle una oportunidad a todo este trabajo, tanto a ver arte independiente, no nada más cine, cualquier arte local de bajo presupuesto para que apoye a los creadores que hay en cualquier Ciudad de México y también a los espacios, como el Patio Taller, no hay que dejarlos en el olvido, hay que apoyarlos».

«Vean cine diferente y lean cosas diferentes, no nada más lo usual, lo comercial».

Alan tuvo oportunidad de participar en el área de tramoya e iluminación de la película «Un mexicano en la luna», de Francis Levy, experiencia que le dio herramientas para la dirección que ahora realiza en este corto.

Los actores

Aldo, uno de los protagonistas del filme, señala que para él fue algo muy natural actuar, a sus 13 años de edad, comentó que su participación fue principalmente por apoyar a su hermano, aún no ha decidido qué es lo que quiere hacer profesionalmente, pero dice que tal vez podría actuar como hobby.

«El arte debe ser más valorado, debe tener más atención de la actual, se merece más, tiene que ser más conocido, falta difusión e interés», aseguró.

Christopher Valencia, el actor nacional que ha participado en novelas como la Madrastra, apoyó en este cortometraje también. El contacto con él se hizo en Paracho, Michoacán, donde Alan fue seleccionado para presentar su primer cortometraje titulado «Los bancos de memoria están oxidados».

«Ahí coincidimos con Christopher, estuvimos hablando de los proyectos que teníamos; luego conocí a Carmen Méndez y Jesús Rodríguez, una pareja de Uruapan, que ya tiene trayectoria en cine de bajísimo presupuesto, pero tienen gran conocimiento. Hicimos equipo, les propuse venir a Colima a hacer el cortometraje y dijeron que sí, tan solo con pagarles el pasaje y el hospedaje».

La grabación fue con el apoyo de Dan Mendoza y Rodo Guzmán, con una cámara Sony E7.

«Fue una buena cámara, la imagen que tenemos supera por mucho lo que habíamos hecho antes».

La filmación duró tres días, pero el trabajo previo fue de seis meses.

Teresa Rolón es la productora, ha confiado en el trabajo de su hijo y sabe que tiene talento. Ella asegura que hace falta que la gente acuda a los espacios donde se expone este arte, que les dé una oportunidad y que apoye el ingenio de los artistas emergentes.

Este trabajo que se realiza con bajo presupuesto es fundamental para fomentar la diversidad creativa, promover la innovación, respaldar la expresión personal, la libertad creativa y desafiar las normas establecidas. Al hacerlo, contribuimos a enriquecer nuestra cultura y a ampliar nuestra comprensión del mundo.

De izquierda a derecha. Alan y Aldo Rolón, acompañados de Christopher Valencia

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