Jalisco.- La sociedad jalisciense actualmente requiere respuestas contundentes a exigentes retos y el Gobierno actúa en consecuencia para responder con grandes obras, como lo hiciera en su momento el ingeniero Jorge Matute Remus, destacado profesionista, ex rector de la Universidad de Guadalajara (UdeG) y quien también fuera alcalde de Guadalajara.
Así lo expresó el Gobernador de Jalisco, Jorge Aristóteles Sandoval Díaz, quien presidió el homenaje solemne del traslado de los restos del mencionado profesionista al espacio de la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres.
Destacó el mandatario estatal que “hoy por hoy Jalisco exige grandes obras, tan ambiciosas y monumentales como las del ingeniero Matute Remus. Inspirados en su legado en el Gobierno del Estado, con determinación y decisión, moveremos lo que tengamos que mover”.
El Gobernador trajo a colación que con las obras de ampliación de la Línea 1 del Tren Eléctrico y de la construcción de la Línea 3, se cumplirá el deseo que en vida tuviera Matute Remus de una ordenación del transporte colectivo, lo que fue motivo de un estudio por su parte de las líneas ortogonales de rutas urbanas en la década de los años 80 del siglo reciente.
Aseveró que se suma al reconocimiento público y a la felicitación a la familia del ingeniero Matute Remus, “quien fuera reconocido como el ingeniero civil del siglo XX en Jalisco y que es recordado principalmente por las legendarias obras que permitieron desplazar el edificio de la Telefónica Mexicana para abrir paso a la avenida Juárez. Sin embargo, el legado del ingeniero va mucho más allá de esta inédita obra. Él fue urbanista visionario, advirtió las necesidades de la ciudad y preparó a Guadalajara para que pudiera convertirse en una metrópoli”, expresó.
Al intervenir en el acto, la señora Esmeralda Villaseñor, viuda de Matute, expresó su satisfacción de haber vivido 60 años de matrimonio con su consorte, de quien destacó su valía como ser humano y su gran capacidad profesional.
Entre otros detalles, mencionó el recuerdo del trabajo del homenajeado, aun siendo pasante, en la carretera México-Nuevo Laredo, lo que lo obligó a vivir bajo una lona a 40 grados centígrados en La Huasteca.
En su alocución el alcalde tapatío, Ramiro Hernández subrayó que la obra del homenajeado sigue vigente en un momento en que Guadalajara enfrenta nuevos retos para ser una ciudad que responda con obras adecuadas para una movilidad para todos sus habitantes y para reactivar sus barrios y colonias.
Por su parte el rector general de la UdeG, Tonatiuh Bravo Padilla, leyó una semblanza de la trayectoria vital del nuevo huésped de la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres.