El Gobierno francés dijo el martes que aprobará la principal reforma económica del presidente Francois Hollande por decreto, una medida inusual tomada para evitar el riesgo de ser bloqueada por una rebelión de los legisladores.
La decisión, anunciada en el Parlamento por el primer ministro Manuel Valls, generó una propuesta del principal partido opositor de una moción de censura, que será debatida con una votación en las próximas 48 horas, posiblemente el jueves. Si la moción fracasa, se considerará aprobado el decreto.
«Posiblemente había una mayoría para aprobar esta ley pero no era seguro y decidí no arriesgarme, no podía arriesgar que un plan tan clave para nuestra economía fuera rechazado», dijo Valls a los legisladores.
El paquete de reforma, que incluye nuevas reglas para ampliar las horas de operaciones y desregular ciertos sectores, es un esfuerzo por impulsar el crecimiento y también busca persuadir a la Comisión Europea para que le dé a París más tiempo para poner sus finanzas públicas en línea con las reglas de la UE.
«El Gobierno debería ganar este voto de confianza, ya que una mayoría absoluta de legisladores tiene que votar en contra del Gobierno para que sea invalidado (el decreto)», dijo el economista de BNP Dominique Barbet.