Las autoridades de Gran Bretaña estaban el lunes bajo presión para explicar porqué fue utilizada una ley antiterrorismo para detener al compañero de un periodista que escribió sobre los programas de espionaje de Estados Unidos y Gran Bretaña en base a revelaciones del fugitivo Edward Snowden.
El brasileño David Miranda, compañero de Glenn Greenwald, un periodista del diario británico The Guardian que publicó varias informaciones sobre masivos programas de vigilancia electrónica filtradas por Snowden, fue detenido el domingo durante nueve horas en el aeropuerto de Heathrow, en Londres, cuando estaba en tránsito desde Berlín hacia Río de Janeiro.
Miranda fue interrogado y liberado sin cargos.
Su detención fue en base al Capítulo 7 de la Ley de Terrorismo 2000, que permite a la policía interrogar a personas que pasan por los aeropuertos del país para determinar si están involucrados en la planificación de atentados terroristas.
La medida irritó a Brasil, que calificó el tratamiento de Miranda como «injustificable».
En Gran Bretaña, el opositor Partido Laborista instó a las autoridades a explicar cómo es posible justificar la aplicación del Capítulo 7 para detener a Miranda, argumentando que el empleo inadecuado de los poderes antiterroristas puede socavar el apoyo público a ese tipo de medidas.
«Esto ha causado considerable consternación y son necesarias respuestas rápidas», dijo la legisladora laborista Yvette Cooper, portavoz del partido para asuntos de seguridad interna, en un comunicado.
El Home Office, o Ministerio del Interior, dijo que la detención fue un asunto operacional de la policía. La policía confirmó la detención, pero declinó dar detalles.
«El Capítulo 7 forma parte esencial de las disposiciones de seguridad británicas. Depende de la policía decidir cuándo es necesario y proporcionado usar esos poderes», dijo un portavoz del Home Office.
No es el primer incidente relacionado con Snowden que afecta a las naciones de América Latina.
A comienzos de julio, el avión del presidente boliviano Evo Morales debió hacer una escala no programada en Viena, después que las autoridades de España, Italia, Francia y Portugal le negaron el permiso de sobrevuelo porque sospechaban que llevaba a bordo al fugitivo Snowden, un ex contratista de la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos.
El episodio hizo enfurecer a varios gobiernos de América Latina. Bolivia, Venezuela y Nicaragua ofrecieron asilo a Snowden, que a comienzos de agosto obtuvo asilo temporal en Rusia.
Miranda fue detenido por el máximo de nueve horas permitido por la legislación, lo cual es extremadamente raro. Según las estadísticas oficiales, menos de tres de cada 10.000 personas que entran o salen de Gran Bretaña son detenidas en el marco del Capítulo 7. De ellos, más de un 97 por ciento son entrevistados por menos de una hora.
Greenwald, que está basado en Brasil, dijo que la detención de su compañero era un acto «despótico» para tratar de intimidarlo a él y a otros involucrados en los reportajes sobre los programas de espionaje en Estados Unidos y Gran Bretaña.