Grecia y sus acreedores de la eurozona llegaron a un acuerdo el viernes sobre la solicitud griega de una extensión a sus préstamos para mantener el país en la eurozona.
Un funcionario allegado a las conversaciones, que habló solo con la condición del anonimato por no estar autorizado a hablar públicamente sobre el tema, dijo que los ministros de finanzas de la eurozona se abocaron a discutir exhaustivamente una declaración en respuesta al pedido griego de una extensión de sus acuerdos sobre préstamos.
Agregó que como parte del acuerdo, Grecia podría «presentar una primera lista de medidas de reforma para el lunes», para que los inspectores de deuda del país la evalúen.
Si los representantes del Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional y la Comisión Europea dicen que la lista es aceptable, entonces se realizará otra reunión de representantes de la eurozona para el martes.
La fuente indicó el viernes que otros detalles, como las condiciones, se estipularán en reuniones futuras entre los expertos técnicos de los gobiernos.
Pierre Moscovici, comisionado de economía y finanzas de la UE, dijo que las discusiones progresaban. «Estamos avanzando, estamos avanzando, estamos avanzando», repitió en un tuit.
Las versiones de un posible entendimiento contribuyeron a afianzar el euro y los mercados bursátiles estadounidenses.
La reunión se demoró cuatro horas mientras los ministros de finanzas discutían detalles de la declaración.
Las gestiones del viernes tuvieron lugar un día después que Atenas solicitó una extensión de seis meses que le permita pagar sus deudas y evitar la salida del euro.
El gobierno griego ha tratado de demostrar a sus acreedores en la eurozona de 19 países que su pedido de una extensión es sincero y no una artimaña para ganar tiempo.
Mientras algunas naciones dicen que las propuestas eran un paso en la dirección correcta, otras las consideraron más negativas. Alemania, quizás el acreedor más influyente, ha dicho que las propuestas, que incluyen compromisos a cumplir con las deudas contraídas, como también cierta flexibilidad en la disciplina presupuestaria requerida, eran insuficientes.
El primer ministro griego, Alexis Tsipras, llegó al poder el mes pasado con la promesa de suavizar las medidas de austeridad defendidas por Alemania y refinanciar la deuda de rescate, de 240.000 millones de euros (272.000 millones de dólares).
Hasta ahora, el gobierno griego ha emitido mensajes contradictorios que no han sido bien vistos por otras naciones de la eurozona y las instituciones de la Unión Europea.
«Los griegos han actuado como elefantes en una cristalería», dijo el viernes el comisionado alemán ante la UE, Guenther Oettinger. «Ahora poco a poco se dan cuenta de cuáles son los números reales, pero ellos ya han hecho algo que ha minado la confianza de sus socios europeos», agregó, en declaraciones a Deutschlandfunk.
