Un bebé vestido de pontífice al que empujaban en un cochecito decorado de papamóvil se llevó el máximo premio en la fiesta de Halloween del presidente Barack Obama en la Casa Blanca.Cuando vio ese disfraz, Obama volteó hacia los periodistas y declaró «máximo premio».
El bebé fue uno de los centenares de niños que asisten a escuelas locales e hijos de familias del ejército que asistieron el viernes a la celebración de Halloween de la Casa Blanca.
Algunos vinieron disfrazados de cruzados con capa, criaturas peludas, princesas y otras figuras. Cuando menos una niña vino vestida de primera dama. El Halloween se celebra el sábado.
El Jardín Sur fue convertido en un bosque encantado para esta celebración anual.
Obama y su esposa, Michelle, salieron vestidos de ellos mismos y obsequiaron galletas con maní cubierto de chocolate, barras de fruta, cereal y tarjetas con las imágenes de sus perros Bo y Sunny.