Noruega sigue siendo el país más desarrollado del mundo y el promedio de vida en Suazilandia es de 48.9 años, 35 menos que en Hong Kong, donde viven los más longevos del planeta.
El mundo ha superado desafíos que parecían intimidatorios hace 25 años, con más de 2 mil millones de personas fuera de la pobreza y, sin embargo, casi 800 millones subsisten hoy con menos de 2 dólares diarios.
Esos y otros datos se incluyen en el Informe de Desarrollo Humano 2016, presentado este martes en Estocolmo, en una ceremonia que contó con la participación del primer ministro sueco, Stefan Löfven, y la directora del PNUD, Helen Clark.
El impresionante avance alcanzado en desarrollo humano durante los últimos 25 años sigue dejando atrás a muchas personas, que afrontan obstáculos estructurales, a menudo no cuantificados, para salir adelante.
El informe señala que para garantizar un desarrollo humano sostenible para todas las personas, resulta necesario centrar los esfuerzos sobre quienes hasta ahora han sido excluidos y adoptar medidas para enfrentar las barreras que los marginan.
El informe constata que, aunque en promedio el nivel de desarrollo humano mejoró considerablemente en todas las regiones del mundo entre 1990 y 2015, una de cada tres personas sigue viviendo con bajos niveles de desarrollo humano.
Al presentar los principales hallazgos del documento, Helen Clark señaló que no solo hay millones de personas que aún sufren carencias extremas, sino que las desventajas afectan de manera desproporcionada a ciertos grupos.
“El índice de Desarrollo Humano, como promedio, ha tenido avances indiscutibles en todas las regiones, pero cuando se hurga debajo de las cifras, queda claro que hay muchas personas que apenas se han beneficiado. Un tercio de la población mundial vive con bajos niveles de desarrollo”.
Clark añadió que millones de esas personas viven en países considerados desarrollados o de ingresos medios.
El informe apunta además que las mujeres y las niñas, los habitantes de las zonas rurales, los pueblos indígenas, las minorías étnicas, las personas con discapacidad, los migrantes y refugiados y la comunidad LGBTI se encuentran de manera desproporcionada representadas entre los más marginados.
El Informe de Desarrollo Humano 2016, publicado este martes por el Programa de la ONU para el Desarrollo (PNUD), afirma que Noruega es nuevamente el país donde mejor se vive en el mundo, y que la República Centroafricana es el peor.
Australia, Suiza, Alemania, Dinamarca, Singapur, Países Bajos, Irlanda, Islandia y Canadá, empatada con EE.UU., completan los diez primeros puestos de la clasificación elaborada anualmente por esa entidad de la ONU.
En la lista, que incluye 188 Estados, el país latinoamericano con la mejor posición es Chile, con el número 38, seguido de Argentina, en el puesto 45. Ambos forman parte de los Estados con un desarrollo muy alto.
Uruguay ocupa la siguiente posición, ya dentro del segundo grupo de desarrollo, el considerado “alto”, al que se suman otros países como Panamá, Costa Rica, Cuba, México y Brasil.
Haití ocupa la última posición de la región, con el número 163, entre los de desarrollo humano bajo.
El informe destaca los avances extraordinarios logrados en los últimos 25 años por los países latinoamericanos y del Caribe, pero subraya que éstos ocultan un progreso lento y desigual.
Los Estados de la región tienen en conjunto un Índice de Desarrollo Humano (IDH) de 0,751 -sobre un máximo de 1- y se sitúan por delante de otras áreas, como Asia Oriental y el Pacífico, las naciones árabes, el sur de Asia o el África Subsahariana.
Pese a sus diferencias, los países latinoamericanos comparten de manera generalizada el problema de la desigualdad y en casi todos los casos pierden puestos en la lista del IDH ajustada por desigualdad. BP