Estados Unidos.- La falta de agua potable es mucho más mortal para los niños que la guerra en más de una docena de países, advirtió la Organización de las Naciones Unidas en el marco del Día Mundial del Agua.
Cada año, 85 mil 700 niños menores de 15 años mueren por diarrea relacionada con inadecuadas instalaciones de agua, en comparación con los 30 mil 900 que mueren directamente por el conflicto.
Un estudio publicado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) con motivo del Día Mundial del Agua, que se celebra cada 22 de marzo, señala que en 16 países en guerra los niños menores de cinco años tienen 20 veces más probabilidades de morir a causa de enfermedades relacionadas con el agua insalubre y el saneamiento deficiente que por los avatares de la guerra.
La directora ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore, indicó que las probabilidades de supervivencia están en contra de los niños que viven conflictos prolongados, donde muchos no pueden llegar a una fuente de agua segura.
«La realidad es que hay más niños que mueren por falta de acceso a agua segura que por las balas».
UNICEF recordó que cientos de millones de jóvenes viven en zonas de guerra, y destacó que en la actualidad hay más países involucrados en conflictos internos e internacionales que en ningún otro momento de los últimos 30 años.
Ante esta realidad, los niños forman una de las partes más vulnerables y se cierne sobre ellos una multitud de amenazas relacionadas con la falta de agua potable, saneamiento y servicios de higiene.
Las soluciones que propone UNICEF para mejorar el acceso de los niños al agua potable se basan en tres objetivos:
- impedir los ataques contra los trabajadores y las infraestructuras de agua y saneamiento;
- crear un sector de agua, saneamiento e higiene universal de buena calidad y resistente a las emergencias;
- coordinar la respuesta humanitaria con el desarrollo de sistemas de agua y saneamiento sostenibles.
El estudio de UNICEF recopiló datos de Afganistán, Burkina Faso, Camerún, Chad, Etiopía, Iraq, Libia, Malí, Myanmar, la República Centroafricana, la República Democrática del Congo, Somalia, Sudán del Sur, Siria y Yemen.
La falta de agua puede provocar desplazamientos masivos
Abordando el problema desde otra perspectiva, el Secretario General de las Naciones Unidas recordó que el agua es un elemento básico para nuestra supervivencia y un derecho humano. “A nadie se le debe negar el acceso a ella”, recalcó.
António Guterres destacó que diversos factores como la situación económica, el género, el origen étnico, la religión y la edad provocan que 2100 millones de personas vivan a diario sin agua potable.
De no variar los patrones de demanda y mala gestión que han aumentado el estrés hídrico en diversas partes del planeta, junto a la dramática situación provocada por el cambio climático, la escasez de agua podría provocar el desplazamiento de 700 millones de personas para el año 2030.
“Debemos alentar la cooperación para hacer frente a la crisis mundial del agua y fortalecer nuestra resistencia frente a los efectos del cambio climático a fin de garantizar el acceso al agua para todas las personas, especialmente las más vulnerables”. BP