La Secretaría de Salud y Bienestar Social dijo que son imprescindibles las prácticas de higiene personal, familiar y comunitaria para mantener la salud, ya que en el caso de los desechos o excretas como sudor, excremento y orina que produce el organismo, los más peligrosos para la salud son los segundos porque llevan una gran cantidad de microbios o parásitos.
Agregó que los organismos de los excrementos afectan al estómago y a los intestinos a través de enfermedades diarreicas y dañan al hígado con la hepatitis y los abscesos hepáticos y al sistema nervioso con padecimientos como la poliomielitis y la cisticercosis.
Por eso, la dependencia dijo que es muy importante lavarse con agua y jabón las manos, frotando y restregando dedos, palmas y uñas, antes de tocar los alimentos para prepararlos, servirlos o comerlos, y después de ir al baño o cambiar el pañal a un niño.
Asimismo, el excremento debe depositarse en su lugar –excusado o letrinas- o por lo menos, enterrarse o cubrirse con cal; evitar el consumo de alimentos en sitios de dudosa higiene, y no sacar a las mascotas a defecar en la vía pública (en caso de hacerlo, recoger las excretas en bolsas plásticas y depositarlas en la basura y lavarse bien las manos).
Indicó que esas excretas causan enfermedades cuando contamina el agua y los alimentos; en el caso del agua, la contaminación puede ocurrir desde su fuente de origen, durante el trayecto, donde se almacena o en su manejo en casa.
Y en el caso de los alimentos, se contaminan al ser regados los cultivos con aguas negras o al defecar al ras del suelo, ya que el excremento, al secarse, es arrastrado por el viento y puede caer, junto con el polvo, en la comida o los trastes de cocina.
De la misma manera, recordó que los excrementos pueden ser acarreados por moscas y cucarachas o ser ingeridos por animales. BP
