En la sesión de este martes del Congreso del Estado se propondrán que la Legislatura local exhorte al Instituto de Atención a los Adultos en Plenitud, para que difunda las disposiciones legales que conceden a los adultos mayores el derecho de percibir alimentos por parte de sus hijos.
A nombre de los legisladores del PRI, del Partido Nueva Alianza y del PT, la coordinadora de los diputados priistas y la presidenta de la Comisión Asistencia Social y Atención a los Grupos Vulnerables, Jefas de Familia, Adultos Mayores y Discapacidad, Itzel Ríos de la Mora y Armida Núñez García plantearán también que el IAAP dé seguimiento puntual para que los recursos económicos y materiales que provee a los adultos mayores, se entreguen real y eficazmente para beneficio de ese sector de la sociedad.
Apuntaron que el artículo 301 del Código Civil del Estado de Colima, a la letra dice que “La obligación de dar alimentos es recíproca. El que los da tiene a su vez el derecho de pedirlos”; de la misma manera se contempla este derecho en el artículo 40 de la Ley para la Protección de los Adultos en Plenitud del Estado de Colima, en favor de los adultos en plenitud.
Las legisladores precisaron que en términos del Código Civil del Estado, los alimentos comprenden la comida, el vestido, la habitación, la atención médica, incluyendo la hospitalaria, y por lo que hace a los adultos mayores que carezcan de capacidad económica, además de todo lo necesario para su atención geriátrica, se procurará que los alimentos se les proporcionen integrándolos a la familia.
Asimismo, expusieron que en términos de la propia normatividad civil vigente para el estado de Colima, los hijos están obligados a dar alimentos a los padres y a falta o por imposibilidad de los hijos, lo están los descendientes más próximos en grado, tomando en consideración que los alimentos han de ser proporcionados a la posibilidad del que debe darlos y a la necesidad del que debe recibirlos.
Sin embargo, admitieron que es una realidad que muchos hijos no procuran el cuidado y atención de sus padres, dejándolos en el abandono, lo cual propicia que padezcan carencias en su vida diaria, subsistiendo muchas veces en situaciones penosas y lamentables, en ocasiones llegando al extremo de solicitar limosna en las calles y realizar trabajos riesgosos en los que ponen en peligro su integridad física y la vida misma.
Expresaron que los adultos mayores en muchas ocasiones son solos o abandonados sin familia ni hijos, pero no porque no cuenten con éstos, sino que los mismos no les brindan el apoyo, cuidado, atención y, sobre todo, alimentación que sus ascendientes requieren.
Finalmente, recordaron que la alimentación es un derecho humano indispensable para la vida y el derecho a la alimentación forma parte del concepto más amplio de “calidad de vida”, que se relaciona con el resto de los derechos sociales establecidos en la Constitución Federal y en los instrumentos que conforman el derecho internacional.
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