Protocolo de Montreal
El denominado Protocolo de Montreal relativo a las sustancias que agotan la Capa de Ozono, se mantiene como uno de los ejemplos más exitosos de cooperación internacional para hacer frente a una gran amenaza mundial para el medio ambiente. Desde que fue firmado (16 de septiembre de 1987), hace 25 años, sus Partes han ido adaptándolo continuamente en respuesta a la nueva evidencia científica y a los avances tecnológicos. Tiene participación mundial, con 197 Partes (196 países más la Unión Europea), que aceptan sus acuerdos y que se han comprometido a eliminar, conforme a calendarios definidos en dicho Protocolo, todas las sustancias que agotan la capa de ozono estratosférico; lo anterior, mediante la toma de medidas para controlar la producción total mundial y el consumo de sustancias que agotan dicha capa.
Este Protocolo exige el control de casi 100 sustancias químicas en varias categorías. Para cada grupo de sustancias químicas, establece un calendario para la eliminación gradual de la producción y el consumo de esas sustancias. El consumo se define como las cantidades producidas, más las importadas, menos las cantidades exportadas en un año determinado. La aplicación del Protocolo ha progresado bien, tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo. Todos los calendarios de eliminación se han respetado en la mayoría de los casos, algunos incluso antes de lo previsto.
Desde que el Protocolo entrara en vigor en 1989, ha sido enmendado en cuatro ocasiones y ajustado en seis, con la finalidad de fortalecer sus provisiones y acelerar la recuperación de la capa de ozono. A su vez, las Partes han adoptado una gran variedad de decisiones en sus reuniones anuales, clarificando asuntos y fortaleciendo la aplicación del Protocolo.
La Segunda, la Cuarta, la Novena y la Undécima Reuniones de las Partes del Protocolo, aprobaron, de conformidad con el procedimiento establecido en el párrafo 4 del artículo 9 del Convenio de Viena, las cuatro enmiendas del mismo, considerando la Enmienda de Londres, la Enmienda de Copenhague, la Enmienda de Montreal y la Enmienda de Beijing. Estas entraron en vigor, el 10 de agosto de 1992, el 14 de junio de 1994, el 10 de noviembre de 1999 y el 25 febrero 2002, respectivamente.
En conclusión, gracias al Protocolo de Montreal, se han tomado medidas conjuntas para prevenir la catástrofe medioambiental mundial que podría haber ocurrido como consecuencia del agotamiento de la capa de ozono que protege la Tierra.