Cambio climático mundial y su relación con las sustancias agotadoras de la capa de ozono estratosférico
El sistema climático mundial cambia a través del tiempo en función de su dinámica interna y de la presencia de forzamientos externos. La primera está determinada por la interacción de sus componentes (atmósfera, hidrósfera, criósfera, etcétera), mientras que los forzamientos externos pueden ser de origen natural (cambios en la actividad solar o volcánica, etc.) o humano (aumento de emisiones de gases de efecto invernadero antropogénicos a la atmósfera, cambios en el uso del suelo, etc.).
Los estudios han demostrado que el aumento de temperatura observado en el planeta en años recientes, es debido en gran medida, al incremento en la concentración atmosférica de gases de efecto invernadero por las emisiones antropogénicas.
El vapor de agua es el más importante gas natural de efecto invernadero en la atmósfera. De los gases de invernadero artificiales, los más importantes son el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4), el oxido nitroso (N2O), el hexafluoruro de azufre (SF6) y los halocarbonos; estos últimos incluyen a los clorofluorocarbonos (CFC), hidroclorofluorocarbonos (HCFC) y a los hidrofluorocarbonos (HFC), que como ya se señaló, los CFC y los HCFC son también sustancias agotadoras de la capa de ozono en diferente grado. El ozono, principalmente en la parte inferior de la atmósfera (tropósfera), cuya concentración se ve afectada por las actividades humanas, es también un importante gas de efecto invernadero. El vapor de agua tiene un papel preponderante en la cuestión del efecto de invernadero, debido a que su concentración está vinculada a la de los demás gases, esto a través de un mecanismo de retorno; el cual consiste, en que el recalentamiento, producido por los demás gases de invernadero, aumenta la evaporación y hace que la atmósfera pueda retener más vapor de agua, aumentando a su vez el recalentamiento. Los diferentes gases absorben y atrapan cantidades variables de radiación infrarroja; también persisten en la atmósfera por periodos diferentes e influyen en la química atmosférica de diferentes maneras. El efecto de una molécula de metano es igual aproximadamente al de 21 veces del efecto de una molécula de CO2, pero la vida útil de la misma es mucho más corta. El potencial de calentamiento mundial en la atmósfera (GWP) es un índice que compara el efecto del recalentamiento en un lapso de tiempo para diferentes gases con respecto a emisiones iguales de CO2 (por peso).
Reemplazar, por ejemplo, el clorofluorocarbono del tipo CFC-12, por el hidrofluorocarbono del tipo HFC-134a, que posee nulo potencial de agotamiento de la capa de ozono, implicará una reducción por un factor de 6 en el calentamiento mundial de la atmosfera, si hay emisión de este refrigerante.
A nivel República Mexicana, existe el Inventario Nacional de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero (INEGEI) 1990 – 2002, preparado por el Instituto Nacional de Ecología (INE) en colaboración con otras dependencias gubernamentales, instituciones académicas, así como empresas privadas; el cual fue presentado en el año 2006, por el Gobierno de México ante La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Dicho inventario informa sobre las emisiones de las 6 fuentes y sumideros y los 6 gases de efecto invernadero incluidos en el Anexo A del Protocolo de Kyoto; además, en esta edición, se estiman, por primera vez, las emisiones de los gases fluorados (halocarbonos –del tipo hidrofluorocarbono HFC- y hexafluoruro de azufre) de la categoría de Emisión de Procesos Industriales y las emisiones de la categoría de Solventes, lo que lo convierte en el inventario más completo preparado a la fecha. Dichos HFC, como ya se mencionó, son sustancias que se están empleando como sustitutos de otros compuestos que sí agotan la capa de ozono.
Con información de agencias
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