¿Humanismo mexicano?
Por: Carlos AGUIRRE
Hace poco más de seis años iniciamos un largo camino hacia un futuro incierto. La característica principal es que quienes nos conducen, quienes llevan la responsabilidad de guiarnos, están sumidos en una ciega soberbia, que los ha llevado a un mundo de fantasía, donde la mentira es la única cosa cierta.
De hace poco más de un año para acá, López, quien se siente ungido de un infalible actuar, empezó a hablar del humanismo mexicano. Una corriente filosófica bien intencionada -dicen sus promotores- que lo único que pretende es sentarlo al lado de las grandes mentes, pero eso es tan fantasioso, tan senil, como cuando abiertamente se ha comparado con otros grandes personajes de la historia, e incluso algunos de sus aduladores más atrevidos y urgidos de su consideración, lo llegaron a considerar divino.
Ahora la presidente de México ha echado las campanas al vuelo a 100 días de su accidentado inicio de gestión y en el evento que hizo ayer para que la adorara el pueblo bueno destacó de manera principal este humanismo mexicano, el mismo que le ordenó seguir el de Macuspana.
Pero, ¿Cuál es el humanismo mexicano? ¿El que trata de menospreciar a la gente, sin importar su salud, invirtiendo dinero como si sobrara, en proyectos que no sirven para nada? Parece que solo con el discurso y engañando a la gente, nos van a curar.
¡Biba aNlo! ¡Gritan los humanistas!
¿Humanismo mexicano es que la gente muera todos los días y que haya otro gobierno que sí usa las balas y no abraza tanto?
Raro el humanismo ese, que gira en torno de uno solo, aíra de una, el adulado, la adulada y quienes están a su alrededor son ignorados.
Me parece que algo anda mal con esta atrevida corriente filosófica, a la que hay que reconocerle que al menos corriente, sí es.
Nos vemos pronto, bajo el sol.