Ciudad de México.- En los últimos años, diversos estudios han demostrado que el estado de ánimo de los colaboradores en las organizaciones puede afectar de manera positiva o negativa su productividad.
El estudio Effect of Mood on Workplace Productivity realizado por académicos de la Universidad de Northwestern, reveló que el 68 por ciento de las personas con un estado de ánimo positivo presentan una mejor actitud y productividad hacia su trabajo comparado con aquellas que se muestran negativas.
Aunado a esto, académicos de la Facultad de Psicología de la UNAM, afirman que el enojo es una reacción que tiene el sistema nervioso central para manifestarse, estar en contra o evadir algún tipo de situación y obtener algún beneficio.
Aprender a manejar de forma correcta el enojo puede hacernos más competitivos, ya que el enojo generalmente viene acompañado de sabiduría, si se logra ver cuál es la emoción que lo está detonando.
Pero, ¿cómo identificar las actitudes que pueden generar una situación de incomodidad en el trabajo?
Existen diversas actitudes que nos pueden ayudar a identificar si estamos presentando una actitud negativa, incluso hay tradiciones contemplativas como el budismo que hablan sobre los indicadores de acciones negativas, un ejemplo de ello son “Las 27 Fuentes de Conducta Equivocada”, escrito por Shantideva (erudito budista, maestro de meditación) en el siglo VII D.C. y del cual, María Hernando experta en wellness corporativo y directora ejecutiva de Núad SPAmóvil identificó los 11 indicadores negativos más comunes entre los trabajadores:
- Burlarse de otros o hacerles bromas.
- Exponer faltas o fallas ocultas de otros.
- Deseo de revivir conflictos antiguos.
- Hablar exageradamente de las cualidades propias.
- Meter cizaña para causar peleas.
- Ser intolerante.
- Comportarse arrogantemente pretencioso.
- Sentir envidia por los éxitos de otros.
- Juzgar a otros con estereotipos.
- Presentar irritabilidad continua.
- Estar sumido en la pereza.
¿Te identificas con alguno? si tu respuesta es sí y quieres conocer más acerca del tema te recomendamos descargar gratuitamente el ebook “35 indicadores de acciones negativas a monitorear diariamente”.
Para aquellas personas que deseen disminuir las actitudes negativas en su entorno laboral, María Hernando enumeró algunas:
- Identifica las causas. Al finalizar el día, anota en una libreta las actividades que llevaste a cabo e identifica algunas de las emociones aflictivas o negativas que sentiste, estas pueden ser miedo, tristeza, frustración, culpa o celos, así como las emociones que te hicieron sentir feliz. La introspección constante ayudará a saber qué tipo de situaciones alteran tus sentimientos por lo que será más fácil controlar la situación de manera inteligente.
- Medita. No es necesario salir de la oficina para hacerlo, en tu lugar de trabajo puedes practicar diferentes técnicas de introspección o de estabilidad de la atención. Algunas que se han puesto de moda son técnicas de relajación para cultivar estados mentales positivos.
Ejercicio: siéntate en la orilla de tu silla, con la espalda recta, cierra los ojos y recuerda algo que te haga sonreír por dentro y observa cómo tu cuerpo respira, no tienes que modificar nada, sólo poner atención al respirar, como se expande y se contrae el abdomen… al cabo de unos minutos notarás el cambio en tu estado de ánimo.
- Masaje express. “La nuca, el cuello y los hombros son lugares donde más se concentra la tensión, por ello un masaje express puede mejorar el rendimiento, incrementar la motivación y mejorar tu buen humor utilizando menos de 20 minutos”, menciona Hernando.
- Aromaterapia funcional. Existen diversos aceites que fungen como estimulantes, relajantes o energetizantes, en este caso para reducir la irritabilidad se puede utilizar el aceite de naranja, ya que por sus propiedades disminuyen la ansiedad, irritabilidad y el estrés. Úsalo en un difusor eléctrico para mayor facilidad.
Las estrategias antes mencionadas se pueden implementar en el momento en que sientas que estás perdiendo el control de tus emociones.
El enojo puede convertirse en un factor positivo, si se aprende a observar a tiempo y a permitirlo, sin el miedo de sentirlo, deteniendo su efecto antes de actuar, decir o hacer algo de lo que después nos arrepintamos.
“Es importante comenzar a familiarizarnos con nuestra mente, con nuestros patrones de comportamiento físico, verbal y mental, ya que éstos nos permitirán generar un cambio personal que se verá reflejado en nuestro trabajo y en nuestras relaciones ”, finaliza la directora ejecutiva de Núad SPAmóvil. BP