Colima.-La Secretaría de Salud y Asistencia (SSA) y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) se contradicen en cuanto a si el peso de la mochila puede provocar o no daños en un menor de edad.
El dolor de espalda después de cargar la mochila es un signo de alarma de algún problema congénito, porque no se debe al exceso de peso, dice la SSA
Mientras el IMSS señala que con el regreso a clases, hasta 80 por ciento de los 25 millones de niños que cursan educación básica, corren el riesgo de sufrir alguna lesión en la espalda por cargar mochilas pesadas.
Lo que dice el IMSS
Jorge Luis Campa Arellano, médico del hospital de Traumatología y Ortopedia Lomas Verdes, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), advirtió que los pequeños de entre seis y ocho años de edad son quienes tienen mayor probabilidad de sufrir complicaciones porque su constitución física, musculatura y huesos no están adecuados para cargar grandes pesos.
Incluso, alertó que los problemas de lumbalgia y trastornos en la columna se ven incrementados en el primer trimestre del curso escolar cada año, debido a que es el tiempo en el que los menores acuden al colegio con nuevos cuadernos y libros, y es necesario que los transporten diariamente hasta acoplarse al nuevo horario de materias.
Dolores en cuello, hombros y lumbares son complicaciones leves que se manifiestan a corto plazo; sin embargo, desviaciones de columna, como la escoliosis idiopática en la adolescencia, son otro tipo de afectaciones que se presenta a futuro en los estudiantes, señaló.
La sobrecarga que soporta un niño depende de su edad, peso y características físicas, pero en inicio de clases, las mochilas llegan a pesar hasta 10 kilos y sólo utilizan entre 20 y 30 por ciento de los útiles que transportan, por lo que se recomienda que únicamente lleven los cuadernos y libros que ocuparán para las tareas, explicó.
El traumatólogo Campa Arellano detalló que hay malformaciones que también resultan de malas posturas, por lo que es importante que los niños no carguen la mochila de una sola asa, ya que la posición inclinada que adoptan también genera lesiones.
Asimismo, deben sentarse correctamente, no agacharse a levantar objetos pesados doblando el tronco y tener una actividad física que les ayude a mantener un buen tono muscular a nivel abdominal y de la espalda baja, destacó.
Para fortalecer el sistema óseo y la musculatura del pequeño, el especialista sugirió practicar caminata, abdominales, nado y juegos en los que se involucre la actividad física. De igual modo, cargar únicamente con los útiles que se emplearán en casa para la tarea, es ideal para evitar la sobrecarga.
En cuanto a las mochilas, aquellas con ruedas son adecuadas para prevenir lesiones en la espalda; no obstante, hay otro tipo de riesgo como caídas o afectaciones en las muñecas.
Por ello, una mochila acojinada de los dos tirantes y la parte posterior de la espalda puede resultar adecuada; además, las partes superior y posterior no deben rebasar los hombros y glúteos para que el peso no le gane al niño.
Lo que dice la SSA
No se ha demostrado que el uso continuo de las mochilas con exceso de peso por el contenido de útiles escolares cause daño directo a la columna de los niños, afirmó el jefe del Servicio de Ortopedia del Hospital Infantil de México “Federico Gómez”, Santiago Valentín Guerrero.
El también ortopedista pediátrico con subespecialidad en columna indicó que el dolor en la espalda después de cargar una mochila pesada es signo de alerta de algún problema de salud en esta parte del cuerpo, pero no precisamente se debe a la carga de útiles.
Detalló que si el menor tiene algún problema en esa parte del cuerpo como puede ser malformación de vértebras, alteración de ligamentos, muscular o un tumor, es posible que se manifieste con dolor después de cargar los útiles, de tal forma que “esa molestia es un foco rojo que deben tomar en cuenta los padres de familia para llevarlos a revisión con un especialista en ortopedia pediátrica, sobre todo si persiste por más de tres meses”.
Las patologías que causan dolor de espalda en los menores son los diferentes tipos de malformaciones óseas, entre ellas la espondilolisis y espondilolistesis, que afectan la zona articular de las vértebras; tumores primarios de columna o que se originan en otra parte del cuerpo y avanzan hacia la columna como el caso de las leucemias o cistioseotosis.
Otros problemas son la enfermedad de Shewerman que ocasiona acuñamiento de las vértebras, formación inadecuada de vértebras durante la gestación, infecciones y fracturas.
También descartó que las mochilas pesadas limiten el adecuado crecimiento, porque la estatura de un menor está determinada por la herencia y la alimentación durante los primeros años de edad.
Comentó que aun cuando las mochilas no causan daño en niños sanos, sugirió utilizar las de ruedas para mayor comodidad y evitar cargarla, o con buen acojinamiento en las correas de los hombros, parte baja de la espalda y caparazón semi rígido para evitar que los libros “se encajen en la espalda”.
En entrevista detalló también que hay niños que desarrollan enfermedades como consecuencia de esfuerzos mayores por la práctica de deportes de alto rendimiento, como Tae Kwan do, atletismo y levantamiento de pesas, que llevan al desarrollo de lesiones óseas o de cartílago.
Asimismo, mencionó que el sedentarismo infantil es un factor de riesgo para que en el futuro tenga daños de postura, debido a que la falta de actividad física limita el buen desarrollo del tono muscular.
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