“La dinámica abierta permitirá un flujo ágil de las ideas, así como un diálogo permanente que coadyuve al contraste de puntos de vista, siempre con la posibilidad de que los moderadores intervengan para vigilar que todos puedan expresarse en condiciones de equidad”, puntualiza la propuesta entregada este jueves a los representantes de los aspirantes a Los Pinos.
La propuesta del IFE se presentó de cara al segundo debate a realizarse el próximo 10 de junio, en Guadalajara, Jalisco, y en respuesta a las críticas de los mismos candidatos presidenciales por la rigidez con la que se llevó a cabo el encuentro anterior.
Enrique Peña Nieto (PRI-PVEM), Josefina Vázquez Mota (PAN), Andrés Manuel López Obrador (PRD-PT- Movimiento Ciudadano) y Gabriel Quadri (Nueva Alianza) se ubicarían en una mesa redonda o poligonal para que “exista mayor interacción entre participantes, moderadores y televidentes”.
Este esquema les permitiría además tener a la mano materiales de apoyo, que en el primer debate fueron colocados en un pequeño taburete colocado al lado del atril.
Arturo Sánchez, ex consejero electoral y académico del Colegio de México (Colmex) aseguró que el ciudadano es el que sale ganando con este formato.
“Conoceremos a los candidatos en un terreno distinto. No entrarle a un reto de este tamaño hará quedar mal a quien se oponga”, opinó.
Virgilio Andrade, también ex consejero electoral, consideró que el mejor formato de debate será el del intercambio de propuestas directo entre aspirantes.
“El intercambio directo entre candidatos puede ser atractivo, pero no necesariamente representa un método que incentive la profundidad en las propuestas. Es importante que quienes están en el consenso lo reflexionen, porque puede llevar el riesgo de desviar un anhelo que tiene la sociedad de escuchar propuestas”, consideró.
Andrés Massieu, representante de Peña Nieto aclaró que su partido analizará la propuesta; Jaime Cárdenas, representante de López Obrador, consideró que el nuevo formato es “poquito mejor” al anterior y dejó claro que el IFE tiene la intención de aprobarlo, aun si los partidos se oponen. El PAN y el Panal no aclararon su posición.
En el nuevo esquema la producción estaría a cargo de una instancia pública como el Canal 11, Tv UNAM o la Red de Radiodifusoras y Televisoras Educativas y Culturales. Una tercera opción, propuesta por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), sería el Canal del Congreso.
A diferencia del primer debate, no habría tomas fijas. Según el documento entregado a los representantes de los aspirantes a Los Pinos “la dirección de cámaras será libre, procurando la equidad, pero con posibilidad para que el productor enfoque los materiales que muestren los candidatos, sus reacciones al momento de ser aludidos…”.
Los micrófonos permanecerían abiertos “y el intercambio de ideas debe permitir que incluso se interrumpan los participantes para precisar alguna alusión”.
Habría dos moderadores con perfil periodístico y con capacidad de interrumpir “respetuosamente” a los candidatos. El cronómetro estaría a la vista de los televidentes y durante los bloques temáticos ningún candidato podría intervenir sin interrupción durante más de 3 minutos con 30 segundos.
Con información del UNiversal