Los incendios del sur de California avanzaban el jueves hacia las comunidades montañeras al noroeste de Los Ángeles, paralizando carreteras y obligando a cientos de personas a abandonar sus viviendas.
Se vaticinan fuertes vientos, pero no a niveles históricos como se temía antes, dijo el Servicio Meteorológico Nacional.
“Esa es una buena noticia para los bomberos, pues los vientos no tendrán tanto impulso”, dijo un comunicado de la agencia.
Las condiciones más calmadas durante la noche ayudaron a las unidades a proteger a Ojai, un centro de resorts en el condado Ventura donde la mayoría de los 7.000 habitantes recibieron órdenes de evacuar.
En el Hospital Comunitario de Ojai, los pacientes no ambulatorios fueron transferidos a otro centro médico como medida de precaución. Sin embargo en un comunicado, el hospital informó que decenas de pacientes siguen allí.
Una mujer fue hallada muerta en un automóvil estrellado cerca de la ciudad de Santa Paula, pero no queda claro si el accidente tuvo algo ver con el fuego.
Al oeste, los bomberos evitaron otro desastre en el pequeño poblado de La Conchita, que se encuentra al pie de un precipicio desde el cual han caído aludes de tierra, especialmente uno que mató a diez personas en el 2005.
Más al norte en la costa, las autoridades ordenaron evacuar cientos de viviendas en el poblado de Carpintería en el condado de Santa Barbara.
La Carretera 101 quedó cerrada debido a que las llamas consumían los matorrales a sus costados.
En el pequeño poblado de Faria Beach, Steve Andruszkewicz y su esposa usaban una manguera para mojar palmeras a fin de evitar que se quemen.
«Ya nos vamos”, expresó Andruszkewicz. “El martes empacamos todo, nos fuimos a la casa de nuestro hijo y regresamos ayer. Pero ahora estoy preocupado porque hay madera chispeante por todo lados”.
Otro residente, Joseph Ruffner, dijo que se quedaba.
«Evacuamos anteanoche, regresamos y el fuego estaba en esa dirección”, comentó, señalando hacia el norte.
“Esta mañana había una muralla de fuego por ahí. Al principio no creí que era gran cosa pero creo que ahora volverá a quemar lo que no quemó ayer”.
El sur de California ha sido afectado por cuatro voraces incendios que han obligado a decenas de miles de personas a evacuar sus viviendas, y que ha destrozado casi 200 casas y edificios.
Melissa Rosenzweig, de 47 años, fue evacuada de su casa en Ventura pero regresó el martes, y vio que su vivienda permanecía en pie, pero muchas otras en esa misma calle quedaron reducidas a cenizas y escombros.
Ella y su esposo decidieron evacuar la zona nuevamente, albergando esperanzas de que la casa seguirá intacta.
«Estoy sumamente preocupada, por supuesto. Nos sentimos afortunados, pero sabemos que la situación no ha terminado”, expresó.