Colima.- Es indispensable que cada estado de la República tenga un Instituto Forense independiente de las Procuradurías Generales de Justicia, para dar mejores resultados en investigaciones forenses, opinó el coordinador de comunicación social del Instituto Jaliscience de Ciencias de Forenses, Andrés Enrique Zúñiga Nájar.
Explicó que en ocasiones no realizan un trabajo satisfactorio en la sociedad en investigaciones forenses porque no existen las condiciones, el equipo o espacio necesario.
“A veces es difícil trabajar así, antes de que el Instituto iniciará teníamos ese problema”, dijo luego de impartir en la Universidad de Colima, la conferencia «El Impacto de las ciencias forenses en la comunicación».
En esta situación se encuentra la Procuraduría General de Justicia del Estado de Colima, ya que el año pasado el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF), apoyó en el proceso de análisis genético para determinar que los restos óseos encontrados en una tumba clandestina en Jalisco, sí correspondían a Saúl Adame Barreto, coordinador de asesores del Gobierno del estado de Colima.
“Fueron de genética, antropología y medicina forense, porque en Colima no contaba con ellas y la SEDENA habría determinado que se había encontrado este cuerpo”.
A decir de Zúñiga Nájar, el que un Instituto Médico Forense sea una institución independiente, permite contar con mayores recursos de capacitación y laboratorios, ya que los peritos que laboran tienen capacitación y conocimiento al igual que los extranjeros, sólo diferenciándolos el equipo para trabajar.
Dentro de las problemáticas que se enfrentan es la falta de recursos, ya que esto en ocasiones impide dar mayores resultados.
“Ante la ola de violencia, el trabajo se incrementa a veces exponencial y genera que la gente trabaje y no descanse, lo que puede ocasionar se generen más errores porque la gente está cansada y a diario la violencia se incrementa y hay casos más difíciles de resolver. Antes hacíamos una o dos exámenes de genética en un caso, pero a veces nos llega un caso y tenemos que hacer hasta 30 exámenes de genética”.
Actualmente en el IJCF trabajan 300 personas y para cubrir la demanda actual faltan aproximadamente de 70 plazas operativas, las cuales deben ser distribuidas en 27 áreas.
Y es que desde 2006 en que se incrementaron los asesinatos por parte del narcotráfico y crimen organizado, los estudios forenses han aumentado en un 50 por ciento.
“Antes era de 13 a 15 y hace 6 años se hacían algunas 9, hay que considerar que las autopsias que también hacemos a personas que fallecen en hospitales y en ese hospital no había un expediente clínico. También llegan personas que fallecen por enfermedad que es un grupo importante entre un 30 y 40 por ciento”.
Zúñiga Nájar, expuso que la violencia ha cambiado la forma de trabajar en el Instituto, ya que es más complejo, debido a que se deben hacer más pruebas de genética por decapitados y mutilados.
“Es un trabajo mayor, antes los homicidios eran 3 a 4 casquillos, hoy tenemos 300 a 400 y hay que analizar cada casquillo, antes no se utilizaban artefactos explosivos las granadas y no contábamos con esa área, entonces se han incrementado la violencia en ese sentido. Los peritajes son más complejo de realizar porque son más violentos esas acciones delictivas requieren de mas trabajo y requiere disposición de mayor personal”, concluyó.
Derechos Reservados AFmedios