Colima.- Al rendir su Tercer Informe del Segundo Periodo Rectoral, Miguel Ángel Aguayo López y luego de referir los logros que se tuvieron en el periodo, refrendó su compromiso con los estudiantes y trabajadores universitarios, y dio puntual explicación a la situación que guarda el Fondo Social de Apoyo al Pensionado (FOSAP), destacando el manejo transparente que hay y solicitando una nueva auditoría exclusiva por parte del Órgano Superior de Auditoría y Fiscalización del Gobierno del Estado.
“Para una mayor certeza institucional y mi propia tranquilidad, con fecha de hoy turné una solicitud al Órgano Superior de Auditoría y Fiscalización del Gobierno del Estado, para que practique una auditoría exclusiva al Fondo Social de Apoyo al Pensionado, por lo cual solicito al representante del Sindicato Único de Trabajadores de la Universidad de Colima (SUTUC), que la ratifique para que el FOSAP, en tiempo y forma, sea sometido a una nueva revisión”, expreso el rector.
Aguayo López hizo evidente la ausencia en el lugar del dirigente sindical Leonardo César Gutiérrez Chávez, al señalar, “le digo al líder del SUTUC, hoy no se encuentra aquí con nosotros, que aquí tiene una mano amiga para seguir trabajando en beneficio de la institución”.
Luego de destacar que existe apertura al escrutinio de las instancias autorizadas, el rector aseveró que ha sido un promotor de la transparencia y rendición de cuentas, sin embargo consideró que la vigilancia más efectiva la hacen los trabajadores, los estudiantes, sus familias y la sociedad.
Explicación del FOSAP
Saliéndose del discurso preparado por escrito, Aguayo López dijo que haría unas reflexiones, “lo hago de cara a todos ustedes, desde que asumí el honroso cargo de rector, me comprometí ante el Honorable Consejo Universitario, la comunidad universitaria y la sociedad colimense, a mirar al interior de nuestra institución para velar por el bienestar de los trabajadores”.
Cito los beneficios obtenidos como el caso de más días de salario, incrementos por arriba de los topes oficiales, bonos de productividad, más días de aguinaldo, becas para hijos de trabajadores, lo cual dijo no hubiera sido posible sin el acompañamiento del sindicato.
“Sin embargo, no todo ha sido miel sobre hojuelas ni la relación sencilla, pero sí fructífera con el compromiso mutuo de la Universidad. Apelo a la madurez y prudencia del sindicato para seguir trabajando en este tema hasta su solución definitiva con base en la verdad y transparencia en beneficio de todos”, aseveró.
Refirió que en el tema del FOSAP, mucho se ha ventilado en los medios de información y resaltó una carta enviada por el ex rector ya jubilado, Jorge Humberto Silva Ochoa, con fecha del 7 de abril, a la cual dijo, dio cabal, puntual y respetuosa contestación.
“En dicho documento menciona del estado financiero de los fideicomisos que, a su parecer, entregó al término de su gestión en 1989. Posteriormente, me reuní con todos los jubilados de la institución y ahí me comprometí a averiguar el destino de dichos fideicomisos”, resalto.
Santander le informó de fideicomisos
Señaló que con fecha 16 de junio del presente año, solicitó al Banco Santander la información relativa a los fideicomisos mencionados y obtuvo una contestación preliminar el 5 de octubre de 1999, mencionando los únicos fideicomisos, que tenia la institución en esa fecha.
Mencionó el Fideicomiso Fondo 002, constituido el 17 de junio de 1984, y sin saldo o movimiento alguno al 30 de septiembre del 2011. Fideicomiso Fondo 003 para el retiro de los trabajadores académicos y administrativos de la U de Colima, constituido el 17 de julio de 1984 y con saldo de 47 millones 309 mil pesos.
Fideicomiso Fondo 05 para el pago de estímulos a los trabajadores, académicos, administrativos del personal directivo, constituido el 21 de noviembre de 1985 y con saldo de 620 mil pesos a septiembre del año en curso.
“Estos tres fideicomisos dice, al respecto habrá que señalarse que por diversas razones, vienen operando de manera irregular, en la medida que no están bajo el control de esta división fiduciaria, ni se encuentran dentro del sistema integral fiduciario, situación que se confirma con el hecho de que los años pasados no se les ha cobrado cantidad alguna por honorarios por el manejo”, especifico.
El rector dijo que eran los tres únicos fideicomisos y que el único que está vigente es el fondo de ahorro, ya que los otros fueron cancelados en el 2001 por el entonces rector Carlos Salazar por estar irregulares. “Los fondos se fueron a una cuenta de la institución, recursos institucionales, no de los trabajadores”, aclaró.
En un segundo avance del informe del banco, señaló que los números de cuentas que señala Humberto Silva Ochoa en su carta, se refieren a números de contratos de fideicomisos que en su momento la institución educativa llevaba con Banca Serfín, de los cuales el único vigente es el de Fondo de Ahorro, que se identifica con el número 25575-0. Especificó que dado que la cancelación se desarrolló hace más de 10 años es inviable obtener la información.
“Al respecto nos permitimos informarle lo siguiente, de acuerdo a nuestra base única de clientes, no se localizaron cuentas vigentes, adicional a la anterior, no se presenta documentación soporte reciente”, señaló sobre la contestación de la institución bancaria.
Miguel Ángel Aguayo López dijo que con la evidencia documental presentada “esta administración rectoral cumplió su compromiso y concluye definitivamente el tema del FOSAP de 1989, si existe alguna entidad pública facultada para auditar esos recursos, será bienvenida”.
Señaló que el Fondo Social de Apoyo al Pensionado vigente, se instrumentó a petición de la Subsecretaría de Educación Superior e Investigación Científica desde 2001, por el doctor Carlos Salazar Silva y por el líder del SUTUC, Gustavo Ceballos LLerenas, constituyéndose con los recursos del antiguo FOSAP -que aclaró nunca existieron- y las aportaciones de los trabajadores y de la Universidad de Colima, más los recursos que se gestionarían por los gobiernos federal y estatal para esos fines.
Cómo estaba y cómo está el FOSAP
Destacó que al tomar protesta como Rector en 2005, la Auditoría Superior de la Federación, revisó minuciosamente los fondos de pensiones y jubilaciones; se contaba en dicho tiempo con 3 mil 102 trabajadores, de ellos 48 con derecho a pensión y 190 jubilados, y un fondo constituido el día 1 de octubre de 2001, con una aportación federal de 27 millones de pesos, con un saldo total a 2005 de 301.5 millones de pesos y una suficiencia financiera hasta 2018.
“De 190 jubilados que había en 2005, ahora tenemos 407. De los 301.5 millones de 2005, ahora con corte a junio de 2011 proporcionado en estado de cuenta y saldos por Santander, teníamos 610 millones 250 mil 938 pesos, conformado así: Por la parte federal 173 millones y el resto de recursos de los trabajadores y la Universidad”, declaró.
Refirió que un corte al día último de noviembre del presente año, muestra que los recursos aportados por la Federación, son 177 millones 883 mil 916 y la parte de los trabajadores y Universidad: 445 millones 538 mil 516.46, que suman un gran total de 623 millones 402 mil 433.56 pesos, más del doble del 2005.
Si a lo anterior sumamos las aportaciones por pago de nómina de pensionados y jubilados, en los 7 años de mi gestión rectoral, que suman más de 247 millones de pesos, entonces tenemos 866.6 millones de pesos, lo que representa casi el triple del registrado en FOSAP en 2005.
{ppgallery}galerias/inf_ucol11/{/ppgallery}
{ppgallery}galerias/inf_ucol11-2/{/ppgallery}
{jathumbnail off}