Por sus logros científicos y académicos, los profesores-investigadores Alexandra Cristina Pita González, del Centro Universitario de Investigaciones Sociales (CUIS) y Óscar González Pérez, del Laboratorio de Neurociencias de la Facultad de Psicología, ambos de la Universidad de Colima, ingresaron como miembros regulares de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC).
Esto ocurrió en la Ceremonia de Inicio del LVII Año Académico de la AMC 2016, realizada en el auditorio “Galileo Galilei” de la propia academia, un evento presidido por el director general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT), Enrique Cabrero Mendoza; el presidente del AMC, Jaime Urrutia Fucuguachi y por el subsecretario de Educación Superior de la SEP, Salvador Jara Guerrero.
En el mismo acto se entregaron los premios Weizmann 2015 a las mejores tesis de doctorado en Ciencias Exactas, Naturales y de Ingeniería y Tecnologías, así como los premios de la Academia a las mejores tesis de doctorado en Ciencias Sociales y Humanidades 2015 y las Becas para Mujeres en las Humanidades y las Ciencias Sociales 2016.
Urrutia Fucuguachi rindió su informe anual, en el que enfatizó que “el reto como Academia es bastante claro, no sólo para México sino para todos los países: construir una comunidad académica de alto nivel, productiva y activa. La única manera de conseguirlo es con la participación de todos en actividades como la preparación de investigadores y catedráticos, la creación de laboratorios y la formación de grupos y centros de excelencia, todo lo cual requiere de tiempo e inversión”.
A su vez Jara Guerrero, de la SEP, dijo que la investigación científica de México reporta logros importantes y que compite a nivel mundial; “cuando hablamos de ciencia y tecnología destaca su importancia para el desarrollo económico y social, sin perder de vista el componente fundamental de la cultura”.
“A lo que debe aspirar el país a través de la SEP es a formar mejor a los niños y a la sociedad en general, científicamente, para que sean capaces de apreciar mejor el mundo en que viven y que no sólo comprendan que somos polvo de estrellas, sino que entiendan además la complejidad social”, agregó.
Cabrero Mendoza, quien inauguró el evento, dijo que la investigación científica “no debe ser sólo una actividad de redes cerradas, de científicos que discuten sus grandes ideas en laboratorios o mesas de reuniones; necesitamos que éste inunde a la sociedad mexicana, a los niños, a los jóvenes, porque ésa es la mejor inversión que podemos hacer”.
Destacó que las becas del CONACyT han aumentado de 32 mil a poco más de 60 mil; además, dijo que las colaboraciones con las entidades federativas se han incrementado y que ha mejorado la vinculación con el sector productivo, a pesar de que el escenario a nivel nacional, en lo económico, no es tan favorecedor.
Entrevistados el final del evento, los investigadores colimenses informaron que su ingreso a la AMC se debe a sus méritos, y que lo más importante es el compromiso permanente que asumen con la divulgación de la ciencia en las entidades, donde trabajarán como enlace entre la academia y los demás sectores.
Agregaron que los investigadores de los estados deben preocuparse por mantenerse en las redes nacionales e internacionales, y afirmaron que el futuro de la ciencia en México “es esperanzador, porque de lo contrario no sería futuro”.
Por último, invitaron a sus colegas universitarios a que renueven los esfuerzos: “Que se acerquen a la academia en todas las oportunidades que ofrece, sobre todo a nivel de difusión de la ciencia en la niñez”. BP