Por Héctor Romero Fierro
La Ley de Ingresos de la Federación del 2021, está llena de buenas intenciones de imposible cumplimiento ya que carecen de bases de estimación real, por lo que los Ingresos ahí presupuestados jamás se lograrán y por ende las metas de gasto y programas del gobierno no podrán cumplirse, problema que se agrava al ser año electoral.
Manuel Andrés López Obrador MALO y la “CuatroTé” pretenden ganar las elecciones a como dé lugar, por lo que estamos seguros que gastarán todo lo que recauden en comprar descaradamente votos vía programas sociales, y como esto tampoco les alcanzará, ya que los fondos del gobierno están comprometidos en el pago de las vacunas COVID (cuando las consigan), en la inútil Refinería de Dos Bocas, el Tren Maya, la Central Avionera Santa Lucía, y el ridículo apoyo al béisbol, tratarán de hacer uso de la Reserva Internacional de Banco de México, de las del Infonavit y del IMSS y las de los pocos fideicomisos que les quedan.
En materia tributaria ya casi agotaron la extorsión disfrazada de “cordial invitación a regularizarse”, aplicada a los grandes contribuyentes bajo amenazas de denuncias penales, por lo que incrementarán la presión fiscal sobre los contribuyentes cautivos y para evitar que estos interpongan legítimos medios de defensa, veremos muchísimos casos donde improcedentes liquidaciones fiscales vendrán acompañadas de inicio de acciones penales para obligar al contribuyente a cubrir el crédito fiscal sin Interponer medios de defensa, sagrado derecho que debería tener el contribuyente a su favor.
México enfrentará durante 2021 un grave deterioro de sus ingresos fiscal, mucho de ello provocado por la grave desaceleración económica provocada por los virus, LOPEZ y COVID-SARS, que impedirán obtener la recaudación programada, a esto habría que agregarle la parálisis de las empresas generadoras de energías limpias, que el gobierno federal se niega a dejarlas operar, el grave desempleo y la salida de empresas y maquiladoras del país provocadas por la falta de seguridad jurídica y por la inminente desaparición del Outsourcing que conoceremos el próximo martes en el Senado de la República por voz de su impulsor el senador Napoleón Gómez Urrutia.
Curioso porque uno de los grandes usuarios del Outsourcing en el país es precisamente el gobierno federal, y no se entiende el porqué se trata, a toda costa, de subsidiar a dos de las empresas públicas más ineficientes del mundo, me refiero a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y a PEMEX. En materia petrolera ya no tendremos el cobijo de “Trun” por lo que deberemos ajustar la producción a los acuerdos de la OPEP, con la notable disminución del ingreso por este rubro.
Es claro que las acciones del gobierno están muy lejos de respetar el debido proceso y que se cometerán, con la excusa del desarrollo del país, aunque en realidad sea la conservación del grupo actual en el poder, muchísimas violaciones a los Derechos Humanos del Contribuyente, por lo que debemos estar atentos al adecuado cumplimiento de nuestras obligaciones fiscales.
Los Estados y Municipios también sufrirán una disminución importante en las aportaciones y participaciones federales, pero no vemos avance alguno, al menos en Jalisco no se volvió a saber nada de la famosa mesa implementada por el Gobierno del Estado para analizar la conveniencia de proponer una reforma al pacto fiscal o de plano abandonarlo, o ¿acaso de plano nos vamos a colgar de los estudios de los Gobiernos de Nuevo León, Tamaulipas y Colima? Es pregunta.
Además de lo anterior, la CFE se niega por deformaciones ideológicas a utilizar energías renovables (eólica y solar) y contra todos los compromisos internacionales le da preferencia a la generación de electricidad en base a hidrocarburos, (mínimo hasta 2027) las cual es mucho más cara y contaminante, aunado al hecho de que la CFE pose una deficiente infraestructura, a la que no da el mantenimiento adecuado, y que nos han llevado a múltiples “apagones”, destacando el del 28 de diciembre que paralizó medio país, y que vino acompañado, para justificarse, de la falsificación de documentos, que el propio presidente avala.
La pregunta que surge es: ¿Por qué si el gobierno no tiene dinero ni capacidad para invertir en el sector, no permite la inversión de los particulares y a toda costa impide la operación de las plantas de energías limpias ya instaladas?
El costo de las vacunas y de la atención de los enfermos por esta pandemia tampoco fue, debidamente considerado en el presupuesto de egresos para 2021, y lamentablemente para nuestro país el virus está fuera de control, en un solo día tenemos ya promedios de mil 500 defunciones diarias y Contagios de más de veinte mil, el gobierno federal en realidad no cuenta con disponibilidad de vacunas, la semana pasada ya dejó a varios del sector salud sin la segunda dosis programada, y haciendo a un lado el famoso plan de vacunación del que hablan, el presidente en forma por demás discrecional ordena se vacunen a sus promotores del voto, “Siervos de la Nación” y luego a los maestros de su estado natal, aunque estos no vayan a regresar a clases presenciales y estén encerrados en sus casas.
¿Por qué no se cumple con la vacunación de los del sector salud que faltan y luego por edades de la población como originalmente se planteó? La respuesta es clara, se lucra electoralmente con la vacuna, y el gobierno federal ya aventó la toalla, al darse cuenta que no puede con el paquete de vacunación universal, ahora, demasiado tarde, autoriza a los Estados a comprar vacunas, y pretende transferir la responsabilidad del pésimo manejo a la población, con campañas masivas señalando su irresponsabilidad por no quedarse en casa.
Agotamos ya en muchas ciudades la capacidad instalada de hospitales y hasta de oxígeno. Recomiendo la lectura del libro “Un daño irreparable” de la Doctora Laurie Ann Ximénez-Fyvie que desnuda la “criminal gestión de la pandemia en México”. Imperdible.