Con los propósitos de conocerse o reconocerse, agruparse sobre el trabajo docente y asumir compromisos para la transformación de ser un mejor profesor, la Universidad de Colima puso en marcha ayer el Quinto Encuentro de Liderazgo Docente Educar con Humanismo, con la presencia de más de 400 catedráticos del nivel superior.
El encuentro fue inaugurado por el rector Miguel Ángel Aguayo López, en el Paraninfo Universitario, donde en su mensaje aseguró que esta reunión representa una oportunidad para que la Universidad y los profesores sean mejores, por lo que reconoció a los docentes la oportunidad que se dieron para asistir a escuchar las conferencias y a participar en los talleres.
De esta manera, añadió, demuestran el interés de querer ser mejores profesores y cumplir mejor con la función docente desde la corriente del humanismo.
Por su parte, el coordinador general de Docencia, Juan Carlos Yáñez Velazco, expresó su juicio sobre este tipo de encuentros, al decir que son indispensables para autoevaluarse y asumir compromisos, porque sólo siendo mediante la autocrítica y cumpliendo compromisos desde el mismo ámbito docente, se puede transformar el maestro en su tarea.
El funcionario asentó que si los profesores no encuentran el sentido a la educación docente, difícilmente los alumnos le van a encontrar sentido a la escuela y a lo que se quiere que los alumnos aprendan.
Juan Carlos Yáñez manifestó, igualmente, que en las universidades y “en la nuestra se necesita rehabilitar la docencia y a los profesores, por eso se necesita emprender un esfuerzo común”, como al que convocó hace algunos años el rector Miguel Ángel Aguayo para la transformación de la educación. Y agregó “no porque estemos mal sino porque la Universidad de Colima está en condiciones que permiten aspirar a estar mucho mejor en un futuro conforme lo que hoy se ha alcanzado”.
Para él se necesita hacer este esfuerzo común, sobre todo en los salones de clases por el compromiso y la responsabilidad que significa educar, que es una responsabilidad que no se puede hacer sola desde el conocimiento y la materia sino desde la comprensión genuina de lo que significa ser docente, para así asumir esta disciplina con una mediana dosis de pasión y que, en consecuencia, los alumnos “puedan comprometerse de alguna manera con nosotros”.
