Integridad académica, valor que se construye, pero que se puede perder fácilmente: experto

Para definir y visibilizar los valores y principios en el comportamiento honesto y responsable en el ámbito educativo, se realizó la charla “Integridad académica: una visión desde la gestión financiera y económica”, como parte del programa “Por una cultura de integridad académica”. Este programa está a cargo de la Dirección General de Tecnologías Informacionales, a través de sus bibliotecas en Manzanillo.

Impartió la charla el doctor en ciencias de la administración, José Emmanuel López Luna, docente de la Facultad de Comercio Exterior y experto en finanzas. Se realizó en el marco del Día Mundial de la Integridad Académica (16 de octubre).

Ana María Gallardo Vázquez, delegada universitaria en Manzanillo, comentó que la integridad no sólo es un principio ético. “También es la base para construir la credibilidad en las personas, por lo que es necesario fomentar estos valores mediante la integridad académica con acciones como la transparencia, la responsabilidad y la capacitación continua”.

Emmanuel abordó el tema explicando conceptos como la revictimización, robos, los fraudes y la honestidad académica. A esta última la describió como “un valor humano que implica reconocer y respetar las ideas de los demás, no atribuyéndome algo que no me corresponde”.

Recordó que en el reglamento escolar de la Universidad de Colima, el artículo 98 dice que el estudiante que obtenga de forma ilegítima la aprobación de sus evaluaciones o modifique éstas, será expulsado de la institución, así como quien falsifique documentos oficiales como registros académicos.

La institución también sanciona el registrar u obtener beneficio de los derechos de autor, patentes, marcas o certificados pertenecientes a la UdeC, así como trabajos académicos y productos de investigación que alguien presente como propios.

El ponente comentó que las razones más comunes por las cuales el estudiantado plagia son: pereza intelectual, falta de castigo, de tiempo, de ganas o por la complejidad de la asignación.

Por último, dijo que “la integridad académica es un valor que se va construyendo y se puede perder fácilmente, habla bien de quien la posee, por eso permea a otras áreas de la vida y vale la pena practicarla”.