Intercambio desigual con EEUU y Canadá desplazó a 550 mil productores: Álvaro González

México.- El presupuesto de Egresos de la Federación y su incremento aprobados por el Congreso de la Unión para 2014, aún no llega a los productores de leche, mientras que este sector sigue siendo uno de los más golpeados por la falta de apoyos reales, de estudios sobre costos de producción y precios de comercialización, señaló el presidente del Frente Nacional de Productores y Consumidores de Leche, Álvaro González Muñoz.

De acuerdo con el productor, una competencia desleal derivada del intercambio desigual en el comercio con Estados Unidos y Canadá desplazó de la actividad a 550 mil pequeños y medianos productores del alimento, sin que tuvieran ninguna otra opción de trabajo e ingreso para sus familias; muchos de ellos emigraron para cambiar de actividad y malbarataron sus vacas que fueron al matadero.

“En tan sólo 20 años de vigencia del TLCAN, se echó a perder una historia de siglos de esfuerzo y avance genético de razas lecheras en México, de productividad y calidad del producto, con el agravante de que las secretarías de Salud y Economía, permiten la entrada al país de fórmulas lácteas que compiten en precio, mas no en calidad, con el producto genuino nacional, en detrimento del ingreso para los lecheros mexicanos”, explicó.

Para los productores, el daño económico no sólo se refleja en productores con cuatro o cinco vacas, sino también para quienes tienen hatos hasta de 500 o mil animales que, además, representan altas inversiones por el costo de las vacas en el país y el extranjero, pues regularmente se trata de buenas razas especializadas.

“El deterioro económico y social de los productores lecheros no para en esas serias limitantes, sino que se abusó de las importaciones de leche en polvo por su relativo bajo precio en el mercado internacional, omitiendo que esos bajos precios son subsidiados por los gobiernos de países excedentarios, de manera que el producto llega a México en condiciones de ‘dumping’; es decir, a un precio por debajo de su costo”, sostuvo Álvaro González.

Señaló también que, aunado a las trabas señaladas, algunas dependencias federales imponen regulaciones y normas oficiales que favorecen a industrias y centros comerciales para meter “gato por liebre”. Esto sucede con las fórmulas lácteas que han inundado las tiendas de autoservicio, muchas de las cuales se dan el lujo de comercializar “marcas propias”.

Estos casos no sólo se presentan con la leche y sus derivados, sino que se dan en refrescos –“agua coloreada y azucarada con gas”—en arroz, galletas y pastas, frijol y en una amplia gama de supuestos alimentos.

“Todo ello constituye engaño y fraude a los consumidores, además de un riesgo sanitario que no es sancionado por las autoridades incompetentes”, mencionó el dirigente Álvaro González.

“Los productores lecheros consideramos que estas prácticas desleales de instituciones federales, han pervertido el mercado nacional de la leche y lo peor es que también distorsionan el gusto de los consumidores por la buena calidad y su gran contenido en vitaminas, proteínas, minerales y otros componentes nutritivos. Los productores primarios dedicados a la actividad lechera tenemos la leve impresión de que, por ejemplo, la Secretaría de Economía aplica estrategias para desaparecer a los pequeños y medianos productores, y dejar el camino libre a las grandes empresas productoras y comercializadoras de leche”.

Por desgracia, añadió, “estas actitudes y acciones no sólo han perjudicado a los productores de leche, sino que se reflejan en la economía de los consumidores y en la balanza comercial del país”.

De acuerdo con estudios económicos del Frente Nacional, explicó González Muñoz, el costo de las importaciones de leche en polvo y derivados lácteos asciende a más de mil 500 millones de dólares anuales, cantidad que se suma al déficit general de otros productos alimenticios que arrojan un desajuste cuantioso en la balanza comercial del país.

“Demandamos de las instituciones del gobierno federal el reconocimiento de costos de producción y el aumento de precios de los insumos a lo largo de un año”, afirmó el dirigente y puntualizó que solamente a los productores se exige mantener un precio castigado de 5.80 pesos el litro, mientras que la industria procesadora compra al mismo precio, pero lo vende en 15 y 18 pesos/litro.

“Aquí hay una ganancia del 200 por ciento, que para nada recibe el productor”.

Álvaro González dijo en entrevista que la empresa LICONSA representa la opción de compra de leche fluida a los productores nacionales.

En los últimos años la empresa muestra una tendencia a la reducción de compras de leche en polvo de importación, que pasó de 120 mil toneladas, a solamente 30 mil.

“En apariencia esto sería una oportunidad para los productores mexicanos pero realmente no es así, porque las grandes empresas privadas procesadoras de lácteos, importan el producto directamente y compiten de manera desventajosa con los productores nacionales. Aquí se requiere mano dura para quienes distorsionan el mercado, de parte de las instituciones del gobierno”, consideró González Muñoz. BP

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