La provincia de Valencia es la más afectada, con numerosos desaparecidos y grandes daños materiales. Localidades como Letur (Albacete) y Cuenca también han sufrido intensas riadas. Las tareas de rescate continúan, con muchas personas atrapadas en zonas de difícil acceso debido a las condiciones extremas del terreno y las carreteras cortadas.
En Málaga, el fallecido padecía patologías previas y hemiplejía, lo que complicó su situación tras entrar en contacto con el agua de las inundaciones, provocando un estado de shock que resultó fatal. Otras tres personas mayores permanecen en estado grave en la misma provincia, mientras los equipos de emergencia siguen trabajando contra reloj.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha comparado para dar «todo su apoyo y el del Gobierno» a las familias de las víctimas. En su declaración, Sánchez aseguró que la «prioridad absoluta es ayudar a los afectados» y que «las administraciones están públicas coordinando todos los medios». El mandatario también afirmó que «no vamos a dejaros solos», comprometiéndose a destinar «todos los recursos necesarios» para la recuperación y reconstrucción de las zonas devastadas. Además, destacó que, si fuera necesario, se recurrirá a fondos de la Unión Europea para acelerar el proceso de reconstrucción de los hogares y vidas afectadas.
Por su parte, el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, confirmó que el Gobierno declarará zona catastrófica a los territorios afectados durante el próximo Consejo de Ministros. Asimismo, se ha decretado luto nacional los días 31 de octubre y 1 y 2 de noviembre en memoria de las víctimas.
El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, y el presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, han señalado la gravedad de la situación y el desafío que enfrentan los equipos de rescate, dificultados por la magnitud de los daños y las complicaciones para acceder a las áreas más afectadas.
La DANA actual se considera la peor en lo que va del siglo XXI, comparada solo con catástrofes históricas como la «Pantanada de Tous» en 1982 y la gran riada de 1987. La Agencia Estatal de Meteorología ha emitido su primer balance oficial, describiendo la situación como devastadora.
Mientras tanto, el operativo de emergencias se ha activado desde las primeras horas del día, con el comité de crisis reunido desde las seis de la mañana. El trabajo de identificación de víctimas y evaluación de daños continúa en una jornada marcada por la tragedia, con carreteras bloqueadas y comunidades enteras tratando de recuperarse de los destrozos causados por el fenómeno meteorológico.