TAREA PUBLICA
Por: Carlos OROZCO GALEANA
A nuestros héroes: médicos, enfermeras y demás personal sanitario que ha perdido la vida sirviendo a sus semejantes.
Se difundió recientemente que México se encuentra entre los países que menos están respetando la recomendación de “Quédate en tu casa”, pese a la pandemia de COVID-19 y la insistencia de las autoridades sanitarias, situándose con una baja en la movilidad de personas en espacios públicos de apenas 35.4% en promedio, en comparación con países como Argentina y Colombia que la redujeron en 86% o de Brasil, que logró una reducción de 71%. Se comprueba una vez más que los mexicanos tenemos un perfil temerario, pues nada nos espanta. Ni la llorona. En las redes sociales pueden verse lugares como mercados, terminales de autobuses o playas atestados de personas que no miden el riesgo que corren. . . junto a nosotros.
Un estudio de Google hizo acopio de reportes de 131 países respecto a las medidas drásticas de confinamiento por la pandemia de coronavirus. En México, los datos arrojan 45% menos afluencia en lugares de ocio; 46% a sitios de recreo; 47% a estaciones; 19% a mercados, y 20% a los puestos de trabajo.
Ese desdén por el auto cuidado mete en aprieto al país. Por estos días, se están multiplicando los contagios e incrementándose el número de muertos y no se sabe aún la magnitud de la tragedia en salud que nos espera. Mientras tanto, la tragedia económica ya está asegurada.
Durante la primera semana del mes, observamos largas filas de conductores de vehículos trasladándose fuera de sus lugares de origen, con el fin de tomar vacaciones en balnearios o en casa de familiares o amigos. De Guadalajara partieron caravanas desde el tres de abril por la tarde y el cuatro del mismo mes, con destino al estado de Nayarit y Colima, ante lo cual las autoridades estatales poco pudieron hacer. En nuestra entidad, sin embargo, en sus 15 puntos de revisión, se logró detectar a 29 personas con probabilidades de tener una infección importante y un quinto caso de una persona que viajó por Sudamérica durante marzo.
El asunto principal es que no estamos cooperando como debe ser para frenar la expansión del virus. Nos cuesta trabajo quedarnos en casa porque la vida diaria otorga actividades distintas a unos y a otros y de pronto, estos se trastocan alterando la sincronía. Pero ha de pensarse en forma madura e inteligente. Quien anda por todos lados, metiéndose aquí o allá por su trabajo sin cuidarse, o simplemente porque le agrada pasear, está poniendo en riesgo la salud de los suyos, de sus amigos a los que frecuenta y a otras personas que no tienen que ver con él.
Ni las altas cifras de contagiados ni los muertos intimidan, sobre todo a los pobres que, según el gobernador de Puebla, no se contagian y son inmunes por esa condición. Y la verdad sea dicha, hemos corrido con mucha suerte hasta hoy. Solo veamos el impacto de la pandemia en USA, donde ya es enfático el número de enfermos y decesos y se esperan, en el pico de la pandemia, tres mil muertos o más diariamente.
Pero estamos a tiempo de rectificar. En Colima, el gobernador ha actuado con responsabilidad ante la pandemia, (así lo queremos ver siempre) protegiendo a nuestro territorio y a nuestras familias y evitando daños mayores. Ha intensificado su poder de gestión para contar con el equipo necesario para atender a pacientes del Covid y por estos días la entidad será apoyada con equipo procedente de China. IPS, en este tema, ha generado confianza por su actitud comprometida a diferencia de otros mandatarios estatales que aplican la misma política que el presidente de la república: ver la crisis como algo pasajero y con mínimas complicaciones.
A quienes han criticado la presencia de policías y Guardia Nacional en playas y sitios de recreo les digo: Se ha hecho lo correcto, es responsabilidad de todo gobernador (a) proteger de toda calamidad al pueblo, principalmente a aquellos sectores que desconocen por falta de educación y de conocimiento de su realidad circundante el impacto negativo que puede darse si no se acata las recomendaciones sanitarias.
El gobernador Ignacio Peralta tiene la responsabilidad histórica de entregar buenas cuentas de ese trance sanitario. En su persona se reúnen las cualidades necesarias para cuidar la existencia de los colimenses organizando los servicios requeridos. Hay confianza en él.
Pero al margen de lo que hagan las autoridades, cuidémonos entre todos. Apaciguemos nuestros deseos de salir de casa, ya habrá tiempo para ir a donde queramos. Seamos muy responsables y pensemos en que los malos hábitos, los descuidos – puede originar daños irreparables en quienes nos rodean. La vida no retoña.