Existen neumáticos como ser de verano, de invierno, y mixtos, aunque si bien hay más tipos estos tres son los más comunes de todos. Los neumáticos de verano son utilizados en los países con un clima normal o caluroso, en general tienen 1,6 milímetros de profundidad en sus dibujos y están realizados con un caucho más duro que los de invierno.
En tanto los neumáticos de invierno suelen tener su dibujo con más de 5 milímetros de profundidad para que el agarre al suelo mojado, tanto con lluvia como con nieve o hielo, sea casi óptimo. De esta forma hace que el agua y el hielo pasen por las hendiduras de las ruedas y el neumático se adhiera perfectamente al piso. Se suelen utilizar en países fríos con menos de 7 grados de promedio, en tanto los neumáticos mixtos suelen tener ambas cualidades pero con menor adherencia.
El cuidado de los neumáticos es fundamental y el saber cuando cambiarlos también, para de esta forma obtener seguridad y mayor agarre y confort. No hay un momento exacto para hacer un cambio de gomas porque por lo general eso está atado al desgaste que sufran las mismas. Pero para comprobar si se deben realizar modificaciones hay que verificar en el medio de la banda de rodamiento, o sea la parte del neumático en contacto con el suelo. Si la altura de goma alcanza el nivel mínimo, cuyo límite legal es 1,6 mm, los neumáticos deben ser cambiados, tanto por seguridad como por ley.
Además también a los neumáticos se le debe realizar un balanceo periódico y si sufren pinchazos, desgaste, actos de vandalismo y deformaciones, se deben reparar o cambiar.
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