Devenir Humana
Psic. Rubi Graciano Hernández
Partamos de algo: ser mujer y vivir en un México feminicida es realmente desesperanzador, cuando menos.
Hace algunas semanas que está modesta columna paró, la razón es sencilla y lastimosamente, muy común: disminuyó la motivación para seguir las reflexiones en torno al feminismo como antídoto frente al homicida patriarcado. Quizá incluso, la tristeza y la desesperanza se instalaron en esta simple mujer. La causa de esto fue el conocimiento del feminicidio de la teniente Gloria Cházaro quien en vida se convirtiera en la primera mujer en comandar un buque de la armada de México. Ingresó a la Heroica Escuela Naval Militar a la edad de 15 años siendo una de las primeras mujeres en ser parte de la institución como Cuerpo General, obteniendo el primer lugar de su generación. Así, siguiendo una vida exitosa Ingresó profesionalmente, en el 2018 obtuvo la mejor calificación entre 66 mexicanos postulantes a una beca de maestría en una de las universidades más prestigiosas del Reino Unido.
Sin embargo, una trayectoria de éxito para una mujer en aguas patriarcales, por supuesto que le pasaría factura: había sido víctima de acoso sexual en la Marina, situación que quedó registrada en la carpeta de investigación lFGJM/LA PAZ/5772023 como queja de acoso en contra de uno de sus superiores, el capitán Rodolfo Torres Chávez. A personas cercanas a su círculo social Chazz, como era conocida en redes sociales, les confió la serie de “castigos” y represalias que la institución había tomado en su contra. En la dinámica social de tono virtual, también dio paso a la creación del grupo de Facebook llamado “Información que cura color violeta” en el cual día a día las integrantes, que no rebasaban las 200 mujeres, compartían información relevante a la lucha feminista. Todo eso era Chazz, Carito para las más cercanas.
Todo eso aún ES la Tte. Gloria, a quien no le alcanzó la alegría, el esfuerzo, la frescura y su capacidad para salvarse de este México feminicida pues el pasado mes de junio la encontraron muerta en su domicilio. El discurso oficial apuntó el suicidio como causa. Imposible.
La familia ha reportado la existencia de múltiples anomalías en el esclarecimiento del caso, entre ellas la negativa a llamar a declarar a su prometido, el piloto de la Marina, Octavio Capetillo González quien se convirtiera en el último sujeto en verla con vida.
Sirva este texto al menos para dar a conocer a Gloria, justo en la materialización del temor más grande de cualquier mujer mexicana. Sirva también para refrendar lo que se dice bajito por el dolor de sus seres queridos: no fue suicidio.
Sirva este espacio al menos como un desahogo de eso que duele al ser mujer en estas épocas.