Para Lucía Pérez de Celis, directora del Colegio Alternativo de Talentos situado en Trujillo, Perú, “la tarea del docente debe consistir en el desarrollo de propuestas y proyectos innovadores que generen un cambio positivo dentro del sistema educativo y que permitan atender las necesidades e intereses de los niños de ahora, que no son los mismos de los chicos de ayer”.
Un niño, añadió, “necesita relacionarse en todas las dimensiones, pero de una manera justa y pensando en lo que lo rodea; esto es, el maestro tiene que olvidarse un poco de que los alumnos sólo deben aprender, y trabajar más en aspectos como el ser, el hacer y el poder, que se refieren a una visión del ser humano más rica”.
“Si un maestro no se prepara para educar en nuevos contextos socioculturales, no cumplirá con una de las cualidades fundamentales del docente, que es ser agente de cambio; en consecuencia, formará chicos poco motivados para continuar con su proceso de aprendizaje”, expuso, y enfatizó que es necesario educar no sólo en el saber sino en el ser y el vivir.
Esta visión nueva sobre la educación, dijo en una entrevista realizada durante el 36º Congreso Internacional de Educación Preescolar y Primaria “Educación para la Felicidad”, organizado por la Universidad de Colima y la editorial EDIBA, “no sólo es útil para la educación básica sino también para la superior”.
Los universitarios, afirmó, “son un precioso elemento para cambiar el esquema y proponer nuevas actividades, esto debido a que una de las cualidades más valiosas en la vida universitaria es la intuición”.
En ese sentido, agregó Lucía Pérez, “necesitamos que las universidades no tengan miedo de modificar sus estructuras, de comprender sus sistemas desde una perspectiva más holística, que no tengan miedo de proponer nuevas formas de saber, aprender y ser. Aquí, la clave radica en asumir que la educación es diversa y que ésta debe descentralizarse”.
Para terminar, Lucía Pérez de Celis compartió algunas reflexiones con los docentes y futuros maestros: “Ser siempre un ejemplo vivo de lo que educan, ya que los alumnos, sobre todo los más pequeños, aprenden del maestro lo que ven y no sólo lo que escuchan. Los maestros tenemos que ser buenos para que los alumnos sean mejores”.