El desempleo es el principal obstáculo que enfrentan las personas con discapacidad en México, y lo que no les permite ser autosuficientes.
Sólo el 19.1% de las personas con discapacidad considera que sus ingresos son suficientes para cubrir sus necesidades básicas, y de cada 100 personas con discapacidad, 95 viven y dependen de su familia, según la Encuesta Nacional sobre Discriminación en México (Enadis, 2010).
La exclusión y la discriminación para ese sector no se origina en las circunstancias físicas de la persona, sino en un entorno social que se niega a ser incluyente, de acuerdo con los resultados de la encuesta.
Aunque la mayoría de los mexicanos cree que los derechos de este grupo no se respetan nada o sólo en parte, 23.5% se negaría a vivir con una persona con discapacidad, además, es común que no se les ceda el paso y que se ocupen los lugares de estacionamiento reservados para ellos, según los resultados de la Encuesta Nacional sobre Discriminación en México (Enadis, 2010) sobre personas con discapacidad.
“En el imaginario colectivo son comunes las creencias de que las personas con discapacidad no tienen acceso al trabajo, a la educación, a los servicios y a los demás bienes y servicios culturales y deportivos precisamente porque tienen una discapacidad, en lugar de percatarse de que esa falta de acceso a la vida social, política y cultural se desprende de un diseño societario que excluye lo distinto”, se detalla en el reporte del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) publicado este martes.
La participación plena de las personas con discapacidad en la sociedad está vinculada a una visión “predominantemente médica y asistencial” y no inclusiva, en la que alguna deficiencia física, mental, intelectual o sensorial, no debe ser obstáculo para el disfrute pleno de derechos en igualdad de condiciones, concluye la Enadis 2010.
Según la encuesta, más de la mitad de la población con discapacidad en México tiene alguna dificultad para caminar y moverse. Tres de cada diez para usar sus brazos y manos.
El 41.5% dijo que en su comunidad no hay rampas para sillas de ruedas y el 50% contestó que no tiene espacios especiales de estacionamiento en lugares públicos.
En el caso de la discapacidad visual, el 70% respondió que no cuenta con guías ni señalamientos especiales en la vía pública.
“En consecuencia, las instituciones, la infraestructura, el transporte, la información, los medios de comunicación, la educación, el empleo, los eventos culturales, entre otras actividades de la vida social, no están pensadas para que las personas con discapacidad accedan y gocen de ellas de manera independiente, en igualdad de condiciones, como parte de sus derechos humanos”, escribe Francisco Cisneros Rivero, director general del Consejo Nacional para el Desarrollo y la Inclusión de las Personas con Discapacidad (Conadis).
En cuanto a servicios médicos públicos, seis de cada diez personas con discapacidad encuestadas por Conapred dijo que no reciben la atención médica que necesitan.
El 78% que es muy difícil recibir apoyos o ayuda del gobierno.
En ese sentido, Conapred considera que las estadísticas sobre cuántas personas con discapacidad hay en el país, son el primer obstáculo para que existan programas gubernamentales adecuados para ese sector.
Según el censo de población 2010 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el 5.1% de la población tiene alguna discapacidad.
Sin embargo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) debe ser al menos el 10% de la población.
Con información de CNN