La Federación Española de Fútbol (RFEF) quiere que el seleccionador Vicente del Bosque siga en su puesto a pesar del fracaso del equipo en el Mundial de Brasil, según su secretario general, Jorge Pérez.
Del Bosque, que tiene contrato hasta después de la Eurocopa 2016 en Francia, dijo que consideraría su posición después de que la actual campeona del mundo perdiera sus dos primeros partidos del grupo B ante Holanda y Chile y fuera eliminada del torneo.
Pérez dijo que no habían tenido ninguna conversación formal sobre el futuro de Del Bosque y que se había decidido esperar hasta que el equipo, que juega su último partido contra Australia el lunes, estuviera de vuelta en España.
«Es mejor poner un poco de distancia y esperar a hablar con tranquilidad en Madrid», dijo Pérez en Radio Nacional de España.
«Cuando Del Bosque firmó el contrato ya dijo que si por algún motivo creíamos que no debiera seguir, se marcharía», agregó.
«Del Bosque no ha presentado su dimisión. Si la presenta, le pediremos que siga».
«Su familia puede convencerle para que no siga, pero no vamos a encontrar otro mejor».
«Del primero al último en la Federación somos una piña con Del Bosque. Si tenemos al mejor, para qué cambiar», agregó.
Del Bosque, de 63 años, ya se ha conseguido un lugar entre los grandes seleccionadores del fútbol a pesar del inesperado revés en Brasil.
Después de sustituir a Luis Aragonés tras la victoria de España en la Eurocopa de 2008, llevó a la selección nacional a conseguir su primer triunfo en un Mundial en Sudáfrica en 2010 y a un segundo título continental consecutivo en la Eurocopa 2012 en Polonia y Ucrania.
En una rueda de prensa el viernes en la concentración de España en Curitiba, Del Bosque dijo que durante una competición no era el momento adecuado para hablar de su futuro.
«Lo mejor para la Federación será lo mejor para mí», dijo a periodistas.
«No soy un principiante. Sé cómo funciona esto. Y tomaremos la decisión teniendo en cuenta los intereses federativos y de nuestro fútbol».
«Si me hubieran dicho que íbamos a estar en esta situación antes de llegar (a Brasil), teniendo en cuenta como estaban entrenando los jugadores y lo centrados que estaban, habría pensado que era imposible».
