En la Feria del Libro Manzanillo 2023 confluyen ideas, momentos, historia, momentos trágicos, épocas de lucha, de alzar la voz y no dejarse, de pelea a la insurgencia y por supuesto de resistencia que está marcada en la vida de México, en su vida, en su evolución y también en su porvenir.
Así fue un día más de este encuentro de ideas y de libros; el Comité 500 años de luchas de Colima por una parte y en el otro “Las guerrillas de México”.
El primer momento, nació con un cuestionamiento; ¿Celebración o conmemoración? debido al aniversario número 500 de la fundación de la Villa de Colima, el cual será el próximo 25 de julio.
A cargo del Comité 500 años de luchas de Colima y a través del historiador, Héctor Porfirio Ochoa Rodríguez y del académico, Hiram Núñez se desmenuzó la época de la conquista, de la llegada de Colón en 1492 y de que después de 31 años hicieron lo propio; otra invasión más, pero en territorio colimense.
El historiador Héctor Porfirio Ochoa, restauró las piezas de esa historia, momento que se tradujo en sangre, en saqueos, en desdenes, en epidemias, en trabajos forzados, en condiciones infrahumanas, “era la imposición militar y la iglesia de España. No fue una exploración, aquí ya había gente y llegaron a imponer su idioma, su religión, su política y todo fue complicado para los que ya estaban asentados. No sólo es historia que ya pasó, no, porque tiene relación con el presente y las huellas de ese pasado siguen estando presentes, por eso debemos tener una conciencia histórica”.
La cultura de México, se vio avasallada con la conquista sometida y considera inferior; sus alimentos, sus tradiciones, sus dioses, sus creencias, “todo lo que teníamos para los españoles era inferior, es por ello que ahora la gente hasta los propios productos mexicanos les avergüenza y prefieren los del extranjero. Debemos de cambiar y defender lo nuestro, lo propio”.
Por su parte el académico Hiram Núñez, explicó que antes de la conquista no había propiedad privada, todo era de todos con medios de producción generales, “se organizaba el comercio, era insipiente, pero existía y se defendía el territorio. Triste, todo fue destruido por los españoles, y desde entonces todo se privatizó, el comercio, la tierra, y esa fue la condición de México en el paso del tiempo”.
Añadió que leyes y reformas, en cualquier época, siempre han velado por hacendados, por la burguesía, no por la gente que día a día se gana la vida, lo cual comparó al tiempo de la conquista; citó a William Blake, «Una misma ley para el león y para el buey es opresión».
En la conclusión, el llamado fue cambiar paradigmas, proteger y valorar lo nuestro, insistir en su defensa en la vida diaria y en cada acción y por supuesto que para el aniversario de los 500 años de a fundación de la Villa de Colima, se conmemore la fecha, por representar una dolorosa invasión.
Pero de lo nuestro, de nuestras raíces, de la lucha y de las conciencias, también se presentó la colección de “Las Guerrillas en México”, movimientos armados encabezados por jóvenes, que cansados de no tener voz tuvieron que resistir y tratar de envestir al sistema, Guadalajara como protagonista después de sucesos como el de 1968, la matanza en Tlatelolco.
Hermenegildo Olguín y Antonio Orozco, escritor y testimonio de vida, respectivamente, relataron la Fuga de Oblatos, cárcel política de los 70’s, preso el segundo, vivencia que presentó a través de un documental detallado, donde mostró como mujeres y hombres jóvenes fueron reprimidos por el gobierno, incluso, por el Pentágono.
Hablaron de los libros, de 50 títulos que muestran esas historias, de las guerrillas en México, el primero de ellos “La historia que no pudieron borrar”, “La Fuga de Oblatos” que dejó desnudo a poder, Los Vikingos, el frente estudiantil revolucionario, todo lo conjuntaron, pues cansados de la desigualdad y de vivir al día, tenían que hacerse oír.
Antonio Orozco, “no hacían caso de las pintas en bardas, ni de los volantes que entregábamos, no quedaba otra opción más que las armas. La policía nos seguía, nos torturaba, y hasta nos mataban”, fue parte del relato vivencial que compartió y que, con voz entrecortada, marcaba con fuerza, por no ser un hecho sucio, como lo trató de hacer ver el gobierno del entonces presidente de México Luis Echeverría, sino un acto de justicia y de auténtica lucha.
Recomendó a la juventud, a siempre hacer lo correcto, a saber, unirse a otros con los mismos ideales, a encontrar las formas correctas de hacer cambiar las situaciones que se consideren negativas, “hoy el gobierno actual, nos ha permitido salir, escribir, a hablar, porque hay miles de desaparecidos después de nuestras luchas, hicieron un crimen de lesa humanidad y no prescribe”.
La Feria del Libro también llevó temas de prevención, de conciencia como la ponencia “Lo que hay que saber sobre las drogas” a cargo de Dulce Rodríguez.
Siguieron las presentaciones de libros como la “Prueba de resistencia” a través de su autor Bladimir Ramírez. Y Julio Ramírez fue el encargado de compartir el taller de “Matemáticas prehispánicas” y también el libro “El último Nahuablante, encrucijada entre la tradición oral y escrita”. Por su parte, el escritor David Flores Hernández presentó su libro, “Andrés y Ramiro”.
Pero también la feria del libro, lleva a cabo talleres como “Encuadernando mi diario” con Carlos Giffard, donde niñas y niños, en su mayoría, han asistido a aprender ese tipo de manualidades donde exploran su creatividad y habilidades.
La noche, cerró como comúnmente termina su agenda la Feria del Libro, Colectivo Hobbie dio una muestra de su talento, músicos manzanillenses y de la región, ofrecieron un alegre concierto con lo que el jueves de libros, terminó de manera especial.