La inseguridad

La inseguridad
Por: Carlos Aguirre

Las últimas semanas se ha agudizado la violencia en casi todo el país. En Colima se han registrado muy lamentables hechos violentos, de todo tipo y donde nadie se queda al margen.

Todos los grupos sociales han sido afectados, no cabe el argumento estúpido de que quien recibe una afectación es porque andaba metido en algo.

¿Esa afirmación, aplica para el Contraalmirante asesinado la semana anterior? ¿Aplica para el abogado que reclamó la muerte por el atropellamiento de un perro, en la colonia Placeras Estadio? Esas, son justificaciones tontas, expresadas solo para salir del paso, a veces con más cinismo que el necesario y con violación al debido proceso y sobre todo a la debida diligencia que obliga a ser muy puntuales en la investigación y al momento de abrir la boca.

La incapacidad que raya en complicidad de las autoridades, nos tiene a todos en medio de una situación de vulnerabilidad que nunca nos imagináramos pudiera suceder en nuestro país, menos en “nuestra Colima”, que durante muchos años fue considerada la ciudad más segura del país.

¿Qué sucedió? No hay autoridad. Los malandrines hacen lo que quieren, igual que el resto de la ciudadanía. Todo es un caos, cada quien hace lo que le viene en gana. En todos los aspectos, en todos los giros, en todos los quehaceres, en los tres órdenes de gobierno, en todas las áreas de la administración pública. Todo está por los suelos. No hay un área que resulte bien librada de una evaluación rápida que podamos hacer cada uno de nosotros.

La semana anterior, por todos los rumbos de la zona conurbada Colima – Villa de Álvarez, aparecieron cartulinas en donde un grupo, autodenominado Grupo TAI CJNG, advertía que no iba a tolerar actos de violencia, ni extorsión, “…ni secuestros express, chapulines, extorsionadores y violadores…”. ¿Un grupo surge, en defensa de la ciudadanía? ¿O cómo?

Ayer domingo, platiqué con un amigo quien me dijo que la zona norte de Villa de Álvarez, estaba casi sin gente -y no precisamente por andar en la feria-, los negocios cerraron antes que la hora acostumbrada y se sentía una calma inusual. El mismo cerró una hora antes “…porque no se vendió nada, porque no había gente…” y es que, en el jardín del barrio, apareció una de las cartulinas antes mencionadas.

Curiosamente, el domingo alrededor de las 2 de la tarde el sonido de las sirenas rompió la tranquilidad de cada domingo, ahora aumentada por el referido temor que causaron las cartulinas. Varias patrullas, ambulancia y camionetas sin identificación, a toda velocidad por la Av. Akollimán, en Villa Izcalli, casi llegando a Las Lagunas Residencial, un ejecutado a bordo de su camioneta. Otro ejecutado más.

Cada barrio tiene su historia, cada quien tiene la suya, cada quien llora a sus muertos, mientras, la presidenta ignora las sangrientas masacres y festeja que Zacatecas es el estado donde más disminuyeron los homicidios y reclama a los medios que no lo destaquen, de la misma manera que publican las ejecuciones. ¿Qué piensa Usted, estimado lector?