“Cuando se pregunta por escritores argentinos vienen a la memoria Borges o Cortázar, dos escritores del llamado “boom latinoamericano”, pero ¿qué ha pasado después de ellos?”, cuestionó Jorge Andrade, egresado de la Facultad de Letras y Comunicación de la Universidad de Colima, durante la velada literaria “Noche de Encaladillas” que se realiza todos los martes en el Museo Universitario María Teresa Pomar (MUAP).
“A veces uno cree que con el boom terminaron los escritores latinos, pero no, hay trabajos que se están haciendo distintos al boom y bien interesantes. La literatura argentina, por ejemplo, no solamente es Borges; hay distintos escritores a los que les toca vivir la dictadura militar de los setentas y los que nacen después de los ochentas, esto cambia la percepción”, comentó el también académico del Tec de Monterrey, campus Colima.
Agregó que para entender la literatura contemporánea argentina, es decir, lo que se escribe ahora, es necesario conocer a tres escritores: Juan José Saer, César Aira y Ricardo Piglia. De los dos primeros, se dice que dictan la estética de la escritura.
Saer, compartió, “es un escritor metódico; como Borges, busca la perfección de las frases. Es un escrito serio, más cerebral. Por otro lado, Aira es el escritor que se avienta tres libros por año, no sólo de alta cultura, sino también de cultura popular, televisión o cine; es más juguetón con el lenguaje. Mientras, Piglia rescata a los grandes maestros, sobre todo a a Borges”.
Después de esta base de escritores, dijo, surgen aquellos que nacen a finales de 1960 y en los 1970, “autores con la característica de invitar al lector a participar en la historia; no son historias como las que se contaban en otros siglos, que te dicen cómo termina, cómo va a pasar. Digamos que ahora es más abierto todo”.
Entre los nuevos escritores argentinos destacó tres: Fabián Casas, de quien dijo “uno siente que le está contando la historia al oído”. Casas ha escrito novelas, cuentos, ensayos y poesía. Samanta Schweblin, quien “siempre deja los finales abiertos, para que el lector continúe con la historia o busque lo que pasó, porque nunca en sus cuentos dice cómo terminó, es para que tú como lector termines la historia”.
Finalmente habló de Fernanda García Lao, de quien dijo que sus textos, además de interesantes y en ocasiones un tanto absurdos, suelen tener personajes raros y llenos de humor.
“Algo de la literatura contemporánea en general, no importan el país, es que invita al lector a participar en las historia, eso es muy importante” dijo.
Finalmente, invitó a descubrir y explorar estilos de escritura diferentes al del boom latinoamericano, a leer a los nuevos escritores, “tal vez encuentren a uno de sus escritores favoritos”. BP