Elegir y comprar un celular no es muy fácil ya que tenemos a nuestra disposición una gama muy amplia de dispositivos, precios, características, funcionalidades y marcas. Este es un buen reflejo de la competencia existente en el sector de la telefonía, sobre todo, entre las marcas más poderosas del mercado como son la californiana Apple y la surcoreana Samsung, de las que hablaremos a continuación.
El éxito de Samsung: saga Galaxy
Corría el año 2009 cuando se puso a la venta el primer Samsung Galaxy conocido como GT-i7500, un teléfono cuyo sistema operativo era Android, apostando por él por primera vez y llegando más tarde que la competencia. Este terminal fue la base de una gran familia de celulares que más tarde, en el verano de 2010, llegó a llamarse Samsung Galaxy S. Esta familia de smartphones se convirtió en una saga exitosa hasta estos días y que cuenta con 3 gamas de celulares: los Galaxy S de gama alta con características como las del Samsung Galaxy S7 en T-Mobile con un precio de $480 más impuestos, los Galaxy A de gama media y los Galaxy J con precios inferiores y características para un usuario quizá menos exigente.
La invención del iPhone
Apple lanzó el innovador y rompedor iPhone en el año 2010. Éste se ha convertido en un icono en la historia de la telefonía celular ya que marcó un antes y después en el mercado de celulares de alta gama, tendencia que sigue hasta hoy en día, con el lanzamiento del iPhone X que conmemora el décimo aniversario de esta gama de smarthphones. Ni siquiera el cambio de dirección de Apple dañó el buen hacer de sus productos y servicios o el fanatismo de sus seguidores alrededor del mundo.
Juicios entre Apple y Samsung
Cuando todos quieren tener más parte del pastel es cuando comienzan los problemas y esto es lo que está ocurriendo entre las firmas de Apple y Samsung. Llega un punto entre tanta competencia que sólo unas cuantas cosas funcionan bien entre los consumidores y las compañías comienzan a utilizar patentes muy parecidas a las de la competencia.
Apple y Samsung están peleando en los juzgados de medio mundo desde 2011, año en que Apple denunció a Samsung por infracción de patentes (como, por ejemplo, el deslizar para desbloquear). Este juicio lo ganó Apple y Samsung tuvo que pagar una multa de 120 millones de dólares. Además, se vio obligado a opinar ante los medios que
“…nuestro argumento fue respaldado por muchos que creían que la Corte debería escuchar el caso para restablecer estándares justos, que promuevan la innovación y eviten el abuso del sistema de patentes. Este fallo permitirá que Apple se beneficie injustamente de una patente inválida”.
En octubre del año pasado, la jueza Lucy Koh declaró lo siguiente:
“El Tribunal considera que las instrucciones del jurado otorgadas en el juicio no reflejaban con exactitud la ley y que las instrucciones perjudicaban a Samsung al impedir que el jurado considerará si el artículo de fabricación pertinente … era algo distinto de todo el teléfono”
Con estas declaraciones se dictaminó que un nuevo juicio deberá celebrarse para finalmente poner punto y final a esta lucha que ya ha durado más de un lustro.
Tecnologías similares
Gracias a Steve Jobs y su equipo, desde la invención del iPhone, el mercado de la telefonía ha sufrido un cambio drástico al verse incluidas funcionalidades como pantalla táctil, aplicaciones para cualquier uso e incluso microchips y procesadores cada vez más veloces. La sensación del usuario podría ser que los smartphones cada vez se parecen más entre sí y que sus pocas diferencias están en las marcas y en los fabricantes de sus componentes. Por lo tanto, sería más fácil hacer comparaciones entre los celulares con las características del Samsung Galaxy S7 y del iPhone 6S, ya que utilizan sistemas operativos diferentes: Android y iOS correspondientemente.
El futuro es incierto para Samsung, que ha ido beneficiándose de las distintas sentencias que los jueces han ido dando. En un principio, Samsung tenía que pagar una suma de 1000 millones de dólares a Apple en concepto de compensación por la infracción de patentes, ahora la suma es de 400 millones de dólares y con el juicio pendiente de celebración. De esta manera, aunque Samsung puede terminar ganando el juicio, el futuro de la relación entre estas dos compañías está todavía en el aire, en un mercado cada vez más competitivo.
