La próxima misión de la NASA a Marte debería buscar vida bacteriana y recoger muestras para finalmente traerlas a la Tierra, según un grupo de asesores científicos.
La agencia espacial estadounidense espera gastar unos 1.500 millones de dólares (unos 1.170 millones de euros), más costes de lanzamiento, en una misión que continúe la del Curiosity, que está explorando un antiguo cráter causado por un impacto en busca de hábitats que podrían haber albergado vida bacteriana.
El robot llamado Mars 2020 realizaría un acercamiento más directo para entender si existe vida más allá de la Tierra, aunque buscaría microbios del pasado, no del presente.
«No tenemos las indicaciones claras de que la vida sea tan abundante en el planeta que podamos ir allí con un simple experimento (…) y detectarla», dijo el geólogo de la Universidad de Brown John «Jack» Mustard, que presidió el equipo de científicos de la Mars 2020.
La NASA intentó ese acercamiento en la década de los 70 con la misión Viking y se encontró en un callejón sin salida científico, pero los últimos descubrimientos sobre la composición del planeta han dado nueva luz a esos resultados.
Estados Unidos, que ha sido el único país en aterrizar y operar con éxito en Marte, no regresó a la superficie marciana en más de 20 años.
Desde entonces, una serie de naves, aterrizadores y robots han encontrado pruebas de que el planeta más parecido a la Tierra del sistema solar fue alguna vez más templado y más húmedo que el desierto frío y seco que existe hoy.
«Ir y buscar organismos simples, o no tan simples, que vivan con ese entorno tóxico y adusto creemos que es una inversión estúpida de tecnología en este momento», dijo Mustard a periodistas en una teleconferencia.
«A lo que realmente quieres llegar es, ‘¿alguna vez hubo vida en otra parte? ¿Hubo un segundo génesis que tenía las mismas características que teníamos en la Tierra?’ Para perseguir esas cuestiones quieres acercarte a ellas de forma lógica, sistemática y gradual para que puedas confiar en tus resultados mientras sigues adelante», dijo Mustard.
Para tal fin, el equipo de asesores propone que la NASA incluya una forma de recoger y almacenar unos 31 tubos de piedra triturada y suelo para devolverlo a la Tierra en el futuro. El grupo no dio detalles sobre coste ni plazos para tal proyecto.
La Academia Nacional de Ciencias ubicó el año pasado como su máxima prioridad en ciencia planetaria para la próxima década una misión de regreso a Marte para recoger muestras.