La relación entre salud, bienestar y calidad de vida
Por: César Augusto García Avitia
En el mundo actual, es común oír hablar de salud, bienestar y calidad de vida, pero a menudo estos términos se usan de manera intercambiable, lo que puede llevar a confusión.
Aunque están profundamente interrelacionados, cada concepto aborda diferentes aspectos de nuestra experiencia individual y colectiva. Entender estas diferencias nos ayuda a tomar consciencia de la importancia de estos aspectos en nuestras vidas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud no solo como la ausencia de enfermedad, sino como un estado completo de bienestar físico, mental y social. Esta definición indica que el bienestar es una parte integral de la salud. Sin embargo, cuando se habla de la salud, solemos enfocarnos en el estado físico y la ausencia de problemas médicos, mientras que el bienestar se extiende a una experiencia más amplia que incluye aspectos emocionales y sociales.
La calidad de vida, por otro lado, es un concepto más amplio que abarca tanto la salud como el bienestar, e incluye el nivel general de satisfacción y bienestar que una persona experimenta en su vida. Se integra de factores materiales, como el acceso a servicios y recursos, y factores subjetivos, como la satisfacción personal y la felicidad.
Un dato importante es que tanto la salud como el bienestar están contemplados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la ONU. El Artículo 25 establece el derecho a un nivel de vida adecuado para asegurar la salud y el bienestar, dejando claro que ambos aspectos son fundamentales para una vida digna y plena, siendo responsabilidad de las naciones que se garanticen.
El bienestar se puede dividir en dos tipos principales. Primero está el bienestar objetivo, que se refiere a aspectos medibles y observables de la calidad de vida, como el acceso a servicios de salud, educación, vivienda adecuada y seguridad económica. Este enfoque es más cuantitativo y se basa en condiciones materiales y externas. Por otro lado, encontramos al bienestar subjetivo, que se centra en la percepción personal de satisfacción y felicidad. Incluye cómo las personas se sienten acerca de su vida, sus emociones y su estado mental. Es un enfoque más cualitativo, basado en la autoevaluación y las experiencias individuales.
Así, la salud, el bienestar y la calidad de vida están estrechamente interrelacionados. Una buena salud física y mental contribuye significativamente al bienestar subjetivo, mientras que el bienestar, a su vez, puede influir en la calidad de vida al promover una mayor satisfacción y felicidad. Sin embargo, una persona puede experimentar buena salud física y aun así tener un bienestar subjetivo bajo debido a factores emocionales o sociales, y viceversa. Y tú, ¿cómo consideras que se encuentra tu salud, bienestar y calidad de vida?
Doctor en Psicología César Augusto García Avitia
Profesor e investigador de la Facultad de Psicología de la Universidad de Colima
Contacto: garciaavitia@ucol.mx