BAJO EL SOL
Por: Carlos Aguirre
Este 20 de enero es un día histórico en la agenda política mundial, sin duda. Como nunca los ojos del mundo estarán en los televisores y equipos electrónicos para ser testigos de la inauguración -dicen loa norteamericanos- de Donal Trump como presidente número 47 de los Estados Unidos de América, habiendo sido el 45° hace 4 años.
Make America Great Again, es su lema desde hace 8 años, en su primera oportunidad en la Casa Blanca. En ese período cometió algunos errores, algunos titubeos, amenazó con hacer una serie de cosas, pero al final reculó, como decimos coloquialmente y muchas cosas siguieron igual. Una de ellas fue detener la inmigración a su país y no lo logró, si bien hizo grandes deportaciones y acciones que pretendieron evitarla, como el inicio de la construcción del muro fronterizo en la frontera sur.
Imponer aranceles muy altos a China y México para contrarrestar la competencia desleal y aunque los puso, no fueron lo que había anunciado.
Hoy, cuatro años después de haber dejado el poder a un debilitado políticamente y senil Biden, regresa a la Casa Blanca, la misma que decoró de dorado, su color favorito, a gobernar de nuevo a su país. Regresa desde luego, empoderado y con mucha experiencia.
Sabe ahora lo que puede favorecerle políticamente y lo que puede capitalizar. Lo sabe quizá igual que antes, pero ahora con mayor seguridad, la seguridad de la experiencia de haber sido el presidente del país más importante del mundo. Y sobre todo, con la seguridad que la da que, habiendo protagonizado un golpe de estado cuando perdió la elección para reelegirse y precisamente para evitar que Biden, quien le ganó, jurara ante la biblia como presidente número 46.
Será (a esta hora ya es) entonces, un presidente con antecedentes penales y condenado culpable por diversos delitos. Antecedentes que no impidieron su arribo a la presidencia por segunda vez. Eso lo hace aún mucho más poderoso y peligroso.
Tiene todo para hacer mucho de lo que pretende y le obsesiona, pero sabe contra quién y cómo. Ha anunciado por ejemplo que Canadá debería ser estado norteamericano, igual que Groenlandia y algunas otras amenazas que suenan como inocentes declaraciones caprichosas, como que el Golfo de México se llame Golfo de América.
Ha anunciado de nuevo aranceles a China y a México, entre otros países. Ha encontrado reacciones de estos países, desde luego y es que, independientemente de los acuerdos comerciales que permiten o no, hacerlo, él sabe que hay una interdependencia y no puede hacerlo sin recibir una reacción que afecte a sus ciudadanos. De modo que eso no es sencillo.
Ha hecho otras amenazas como declarar terroristas a las organizaciones criminales y de narcotráfico. Lo cual le permitiría hacer y deshacer a su antojo, sin pedir permiso al país donde estos neoterroristas se encuentren. En México ha habido muchas reacciones que, disfrazadas de falso nacionalismo pretenden que todos los mexicanos nos agarremos de las manos y enfrentemos una eventual incursión norteamericana en nuestro país. Claudia aludió al himno nacional y todos pensamos en “mexicanos al grito de guerra…”. Obrador quiso encender la mecha enviando un documento a sus senadores (así lo publicaron algunos medios nacionales) en el cual pretendía que estos convocaran al pueblo bueno a sumarse como voluntarios y le advirtieran a “Trun” que los narcos de México no están solos. “No te metas con nuestros narcos” ha dicho de diferentes maneras el gobierno, una y otra vez. ¿Porqué?
Que raro se me hace tratar de defender los derechos humanos de los criminales, así lo dijo Obrador, cuando el país está cada día más ensangrentado.
Donal Trump, ve en esto una serie de manifestaciones de peligro a su población, pues el asegura que la droga, del tipo que Usted güiste, estimado lector, entra a estados Unidos, por México y es en este país donde se produce, con la venia y protección del gobierno mexicano, dice.
Si el siente que las cosas le afecten, actuará y no pedirá permiso, salvo a su congreso y si es que esto fuera estrictamente necesario. Faltan poco tiempo para desengañarnos y darnos cuenta realmente de cómo será su gestión.
Mientras eso sucede hay rumores muy fuertes de que varios políticos mexicanos están asustados y sus familias también. Incluso hay quienes señalan que alguien -que ya sabemos quien- se fue a refugiarse a Cuba. ¿Será?
Estemos atentos. Esto se va a poner bueno.
Nos vemos pronto, bajo el sol.