Y mientras Obama calificó la resolución como «una victoria para la gente de todo el país», su rival en la contienda presidencial, el republicano Mitt Romney, dijo que si es elegido derogará la legislación.
«Agrega billones al déficit (de EU)», advirtió Romney en conferencia de prensa.
«Obamacare era una mala ley ayer y es una mala ley hoy», dijo. «Si queremos librarnos del Obamacare, debemos de reemplazar al presidente».
En un discurso desde la Casa Blanca, Obama dijo: «(El fallo) reafirmó el principio fundamental de que en Estados Unidos, en la nación más rica del mundo, ninguna enfermedad o accidente deben llevar a la ruina financiera de ninguna familia».
En un fallo de 5 votos a favor y 4 en contra, la Suprema Corte ratificó, a través de un impuesto, la validez del mandato individual que establece como requisito para la población tener un seguro médico, aunque es inadmisible según la cláusula de Comercio de la Constitución.
«En este caso, sin embargo, es razonable interpretar lo que el Congreso ha hecho como un incremento en los impuestos a quienes tienen un ingreso determinado pero eligen continuar sin seguro médico», escribió el presidente de la Corte, John Roberts, en la opinión mayoritaria. «Dicha legislación está dentro de las facultades del Congreso (en materia) de impuestos».
La importancia de la decisión no puede exagerarse: tendrá un impacto inmediato y a largo plazo en todos los estadounidenses, tanto en la forma de obtener medicamentos y seguro de salud, como en otras vastas pero aún desconocidas áreas de «comercio».
El fallo de la Suprema Corte, uno de los más esperados en años, permite al gobierno seguir con la implementación de la ley de salud, cuyos efectos plenos entrarán en vigor hasta el 2014.
Roberts se unió al ala liberal de la Corte que avaló la reforma: los jueces Stephen Breyer, Ruth Bader Ginsburg, Sonia Sotomayor y Elena Kagan. Otros cuatro magistrados conservadores votaron en contra: Samuel Alito, Antonin Scalia, Anthony Kennedy y Clearance Thomas.
Esta reforma, conocida por muchos como Obamacare, es la legislación principal del gobierno de Obama.
Fue uno de los detonadores del movimiento conservador Tea Party y será un elemento central en la campaña electoral presidencial.
Al parecer, Roberts notó la división política que genera este tema, al escribir: «No consideramos si la ley representa una buena política».
«Ese juicio es confiado a los líderes electos de este país», escribió. «Solo preguntamos si el Congreso tiene el poder, bajo la Constitución, de promulgar las disposiciones».
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