La vida antes y después del celular e Internet

APUNTES PARA EL FUTURO
Por: Essaú LOPVI

Antes de la era digital ocurría algo ‘increíblemente raro’, la gente tenía que comunicarse utilizando la palabra hablada y escrita a mano, vaya cosas.

Sí, así es, queridos lectores, antes de la llegada de los smartphones y el Internet, las personas debían expresar sus pensamientos y emociones utilizando su voz. ¡Vaya desafío para la humanidad!

En aquellos ‘tiempos antiguos’ de la prehistoria digital, las personas se veían obligadas a socializar cara a cara, sí, de frente, y puedo jurar que hasta viéndose a los ojos.

Imagina qué incómodo debía ser eso: mirar a los ojos a otra persona mientras hablabas, sin filtros de Snapchat, Instagram y sin emojis para expresar tus verdaderos sentimientos. ¡Que extraño!

Luego, llegó el milagro tecnológico conocido como el celular y el Internet.

Al principio, la gente pensó que el celular era solo una herramienta para hacer llamadas y mandarse mensajes, pero, ¡oh, cuánto se equivocaron! Pronto, se convirtió en una extensión de nuestras manos y nuestras vidas.

Ya no era necesario interactuar con otros seres humanos en persona; ahora podíamos mandarles un mensaje de texto o una foto de nuestro delicioso almuerzo o el maravilloso paisaje que teníamos de frente, no para compartir, sino para presumir.

Además, con el celular, pudimos inventar excusas maravillosas para evitar encuentros sociales. Lo siento, se me descargó el cel, mi cel no tenía señal, ah no vi tu whats, mi batería está a punto de morir ya no puedo contestar. ¡Quién necesita amigos reales cuando puedes tener miles de seguidores en redes sociales que nunca te hablarán en persona!

Y así llegó el boom del Internet, entró en escena para revolucionar y aislar nuestras vidas sociales.

De repente, teníamos acceso a toda la información del mundo, desde cómo amarrar tus zapatos hasta teorías de conspiración sobre el aterrizaje en la luna. Era como tener un sabio anciano en el bolsillo que podía responder cualquier pregunta que tuviéramos, a cambio de nuestros datos personales, por supuesto.

El Internet nos enseñó que, en lugar de hablar con personas cercanas, debíamos buscar la validación de extraños en foros y redes sociales. Cuantos más «me gusta» y seguidores tengas, más valioso eres como ser humano. ¡Qué maravilloso es que nuestra autoestima dependa del número de corazones digitales que recibimos!

Con el auge de las redes sociales, también llegó la muerte de la privacidad. Ahora, todo el mundo tiene acceso a tu vida, desde tus fotos de bebé hasta lo que comiste en el desayuno. ¡Qué emocionante es saber que no tienes secretos y que tu vida es un libro abierto para que todos lo lean, reescriban y destruyan a placer!

Pero no te preocupes, porque siempre puedes ser una estrella de alguna red social o aplicación.

Ahora lo importante es convertir tu vida en una telenovela digital o ser un «influencer», no importa si no tienes habilidades ni talentos, todo lo que necesitas es ser fotogénico y saber cómo usar filtros y hashtags para hacer publicidad sin ton ni son y ser una herramienta de marketing sin remordimientos.

En conclusión, la sociedad ha recorrido un largo camino desde la la era análoga o unplugged hasta la era digital. Antes, la comunicación humana era una tarea difícil y desafiante, mientras que ahora podemos ignorarnos unos a otros cómodamente detrás de nuestros celulares. La privacidad está muerta, pero el ego ha alcanzado niveles inimaginables con la llegada de las redes sociales.

‘A estas alturas del partido, las relaciones humanas se construyen por redes sociales, donde el amor es más importante en las redes que en persona y se desvanece con un bloqueo, el sexo es on demand y fácil y los anhelos de progreso ya no se traducen en trabajo duro, hoy todo tiene que ser desde una computadora o celular y se resume en aprobación digital.

Así que, celebremos el progreso de la civilización mientras lamentamos la pérdida de nuestras habilidades sociales y la necesidad de vivir en el presente y de frente.  ¡Brindemos por el mundo digital, donde todos dejaron sus vidas reales en un cajón y viven en una nube!

La canción «Too Many Friends» de Placebo que refleja mucho de lo que escribo ahora:

This is my last communiqué
Down the superhighway
All that I have left to say in a single tome

I got too many friends
Too many people that I’ll never meet
And I’ll never be there for
I’ll never be there for
‘Cause I’ll never be there

If I could give it all away
Would it come back to me someday?
Like a needle in the hay or an expensive stone

But I got a reason to declaim
The applications are to blame
For all my sorrow and my pain
A feeling so alone