Colima.- Ni las escuelas se han salvado de la delincuencia que afecta a la entidad, específicamente de los robos. Y es que de febrero pasado a la fecha, al menos 5 escuelas han sido víctimas de los ladrones.
En entrevista con AFmedios, Óscar Hernández Rosas, Secretario de Educación, detalló que los últimos robos se han presentado en Tecomán, Colima y en Villa de Álvarez.
“La escuela secundaria Alberto Isaac de la Estancia, en un lapso de dos semanas fue robada tres veces (…) Tenemos un problema, los ladrones asedian nuestras escuelas, las vulneran, rompen las mallas ciclónicas, los canceles, se meten”.
Los maleantes se llevan, mayoritariamente, dinero y equipo electrónico, como tabletas electrónicas, teléfonos, computadoras de oficinas administrativas y de las aulas de medios destinadas para clases de informática.
“Nos ha costado en estos días tener que sustituir los equipos de cómputo, en la Escuela Alberto Isaac en una semana tuvimos que invertir poco más de 120 mil pesos entre el equipo de cómputo que mandamos, la reparación del cerco perimetral, la reparación de los barrotes de la dirección, de ventanas y de las chapas que rompieron, dinero que podría ser útil para otra cosa”.
“Se llevan lo que pueden vender rápido en un mercado, eso hay que trabajarlo también porque se le puede dar seguimiento, la gente que vende en mercados de pulgas habría que hacerse una investigación de las autoridades para verificar que esa gente venda en el marco de la ley”.
En uno de los robos registrados en Villa de Álvarez, detalla, fue más el daño que generaron los ladrones al romper la infraestructura para entrar a la escuela, que lo que en realidad se llevaron.
Ante este nivel de vulnerabilidad, la Secretaría de Educación Estatal busca la gestión de recursos federales para instalar sistemas de videovigilancia en las colonias que se consideran más vulnerables, en tanto, también se trabaja para que los padres y madres de familia que habitan alrededor de las escuelas, colaboren en denunciar situaciones sospechosas.
“No es en silencio como roban, para romper unos barrotes de ventana se ocupan cosas que hagan ruido, los vecinos deberían colaborar con nosotros (…) que generemos conciencia de que la escuela es de ese barrio y que la tenemos que cuidar como un patrimonio que tenemos, a donde van a ir los hijos y nietos a formarse”.
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