Artistas y personalidades del mundo de la música, el cine, la televisión y hasta la política se dieron cita esta noche en el Madison Square Garden de Nueva York, que lució más majestuoso que nunca, para acompañar a las grandes figuras de la NBA en la celebración de la 64 edición del Partido de las Estrellas.
Antes que comenzase el partido, la popular cantante estadounidense Christina Aguilera inauguró esta noche el espectáculo artístico musical con una particular versión de la canción «New York, New York», mientras que la joven Ariana Grande se encargó de llenar la media parte del encuentro con canciones de su repertorio.
Después de combinarse con el rapero Nas y con otro símbolo neoyorquino, las bailarinas de The Rockettes, Aguilera interpretó otras canciones relacionadas con la ciudad de los rascacielos, como «Empire State of Mind», de Jay Z y Alicia Keys, o «Welcome to New York», de Taylor Swift, y cerró su actuación con los fuegos artificiales que daban comienzo al Partido de las Estrellas.
Unos fuegos que se convirtieron en humo para acompañar a una espectacular actuación de Grande, una de las cantantes más en forma del panorama estadounidense, que hizo bailar al público desde el primer momento ayudada por una de las sorpresas de la noche, la rapera Nicki Minaj.
El ambiente musical fue, de lejos, mucho más interesante e intenso que lo que se había vivido en la pista del Madison Square Garden, donde, sin ningún tipo de jugadas defensivas, el equipo de la Conferencia Oeste llegó al descanso con la ventaja parcial de un punto (82-83) ante el de la Conferencia Este.
Algunas caras conocidas que asistieron al partido fueron el cineasta Spike Lee o el expresidente de EE.UU. Bill Clinton, al que el público aplaudió cuando apareció en las pantallas del Madison Square Garden entonando el himno nacional, que interpretó Latifah con una versión acústica.
Otros famosos que acudieron al evento fueron la cantante Rihanna, que posó con un vestido de color rosa en la alfombra roja del Madison Square Garden, el actor Ethan Hawke, nominado al Óscar por su papel de reparto en la película «Boyhood», o el exjugador de la NBA Dikembe Mutombo, seleccionado entre los 12 candidatos al Salón de la Fama de la Clase del 2015.
Mutombo hizo su clásico movimiento del dedo cuando el pívot español Pau Gasol, de los Bulls de Chicago, puso un tapón en el transcurso del primer cuarto del partido, que junto a su hermano Marc Gasol, de los Grizzlies de Memphis, convirtieron en histórico al ser los primeros que salieron de titulares en equipos diferentes.
También actuaron, en un escenario temático con forma de balón, los intérpretes del musical de Broadway «Mamma Mia» y de Jersey Boys, mientras que la pista quedó reservada a las animadoras de los Knicks de Nueva York y a las mascotas de los diferentes equipos la NBA.
Mientras la música daba descanso a los mejores jugadores de baloncesto de la NBA, las cámaras también enfocaban a los verdaderos protagonistas, los jugadores, que protagonizaban divertidas anécdotas, como el momento en que el Marc Gasol conversaba desde el banquillo con el hijo del base de Los Ángeles Clippers, Chris Paul.EFE