Las píldoras anticonceptivas de nueva generación, utilizadas masivamente por las francesas, pero a las que algunos imputan causar graves problemas de salud, están en el centro de una polémica y las autoridades sanitarias llamaron a los médicos a restringir su prescripción.
El tema ocupaba el jueves la primera página de varios medios franceses, prueba de su importancia en un país donde la mitad de las mujeres de 15 a 49 años toman la pastilla y donde varios escándalos sanitarios involucraron a las autoridades.
El ministerio de la Salud, que ya había decidido poner fin a partir del 30 de septiembre de 2013 al reembolso por la seguridad social de las píldoras de tercera y cuarta generación, hoy utilizadas por 1,5 a 2 millones de mujeres, anunció el miércoles que adelantará esta medida al 31 de marzo.
La polémica surgió por la demanda de una paciente víctima de un accidente vascular cerebral que dice fue causado por su píldora y del anuncio de próximas demandas por el abogado de unas treinta mujeres.
Una demanda involucra a una mujer fallecida, mientras otras mujeres han quedado con importantes secuelas: tetraplejía, hemiplejía, epilepsia, afasia.
— No demonizar la píldora —
Aparecidas en el mercado a partir de los años 1990, las píldoras denominadas de tercera y cuarta generación difieren de las píldoras más antiguas por la naturaleza de los progestativos utilizados y provocan generalmente menos efectos secundarios dañinos.
Su uso reveló, sin embargo, un riesgo creciente de trombosis venosas (flebitis y embolias pulmonares), cuatro casos entre 10.000 frente a 2 entre 10.000 para las píldoras antiguas.
Sin embargo, los riesgos de Accidente Vascular Cerebral (AVC) son equivalentes sin importar el tipo de píldora utilizada y dependen de factores de riesgos asociados como tabaco, sobrepeso o diabetes.
Ya se han presentado unas 13.500 demandas en Estados Unidos contra la píldora Yaz (cuarta generación) de laboratorios Bayer.
La ministra de Salud francesa, Marisol Touraine, deseó el martes que «la píldora de segunda generación sea sistemáticamente privilegiada, salvo situaciones particulares» y que «las píldoras de tercera y cuarta generación no (sean) ya propuestas como primera elección».
El director general de la Autoridad francesa de medicamentos (ANSM), Dominique Maraninchi, plantea limitar la prescripción de estas últimas a los ginecólogos, mientras que actualmente la mayoría de las mujeres se la hacen prescribir por su médico generalista. Marianinchi dejó en el aire la amenaza de retirar del mercado tales píldoras si su consumo no baja lo suficientemente rápido.
Pero algunos profesionales se preocupan por el aumento de las precauciones, que puede provocar, según ellos, el oprobio de la contracepción en general. «No hay que demonizar la píldora», declaró Véronique Séhier en nombre del Planning familial, movimiento de promoción de la anticoncepción.
«¿Hay que tener miedo a la píldora?», tituló el jueves el diario popular Le Parisien, que publica en especial el testimonio de una mujer, Isabelle Ngo-Mougeot, quien acusa a la píldora de tercera generación de haber «matado» a su hija.
Las autoridades sanitarias son acusadas también de haber dejado en el mercado el Mediator, medicamento destinado a los diabéticos con sobrepeso, a veces prescrito para reducir el hambre y sospechoso de haber provocado en 30 años (hasta su retirada en 2009) la muerte de 500 a 2.000 personas.
También las autoridades son sospechosas de fallos en su misión de control de los productos sanitarios, desde que estalló a finales de 2011 el escándalo mundial de las prótesis mamarias PIP fabricadas con gel adulterado por un industrial francés.
Las píldoras anticonceptivas de nueva generación, utilizadas masivamente por las francesas, pero a las que algunos imputan causar graves problemas de salud, están en el centro de una polémica y las autoridades sanitarias llamaron a los médicos a restringir su prescripción.
Aparecidas en el mercado a partir de los años 1990, las píldoras denominadas de tercera y cuarta generación difieren de las píldoras más antiguas por la naturaleza de los progestativos utilizados y provocan generalmente menos efectos secundarios dañinos.{jathumbnail off}