Las televisiones se hacen gigantes y ganan cada vez más definición

Los fabricantes de televisiones intentan llamar la atención en el Salón del Consumo Electrónico (CES) de Las Vegas presentando televisores gigantes que proporcionan imágenes de una calidad cada vez más elevada.

 

 

«Para los consumidores estadounidenses, más grande significa forzosamente mejor», afirmó a la prensa John Herrington, presidente de Sharp USA, que realiza una demostración de fuerza presentando pantallas de más de 1,5 metros de ancho.

Pero la evolución hacia las pantallas más grandes es, en realidad, «un fenómeno mundial», según Steve Bambridge, analista del gabinete GFK.

Pero la puja entre las firmas no es sólo por el tamaño, sino también por la belleza de las imágenes.

«Nos esforzamos en proponer una calidad de imagen increíble sobre una escala enorme», indica Havis Kwon, un responsable surcoreano de LG.

Esta firma expone en el CES, como su compatriota Samsung o el japonés Sony, un televisor de más de dos metros equipado con un sistema de ultra alta definición (HD), una tecnología que parece imponerse como una de las estrellas del salón.

La ultra alta definición (ultra HD) reivindica una calidad de imagen cuatro veces superior a la HD actual, con pantallas que cuentan con muchos más píxeles y que difunden más imágenes por segundo.

Las pantallas muestran un nivel muy elevado de contraste, colores, brillo y de profundidad de imagen. Sin embargo, para disfrutar del verdadero 3D, normalmente incluido en estos aparatos, todavía hacen falta las gafas especiales.

Por otra parte, también hay quien apuesta paralelamente por otras tecnologías que mejoran la calidad de imagen, como las pantallas de nueva generación orgánicas y electroluminescentes (OLEDs u OEL). LG es la única firma que, hasta este momento, ha abierto pedidos de encargo para adquirirlas. No obstante, el japonés Sony y Samsung exponen cada uno un modelo de este tipo.

La calidad y la velocidad de actualización de las imágenes es tan elevada que los clientes pueden compartir su disfrute: el televisor de Samsung puede difundir dos películas diferentes al mismo tiempo, ya que cada espectador puede filtrar las imágenes que le interesan con unas gafas especiales.

Por su parte, Sharp apuesta fuertemente por su propia tecnología de muy alta definición, IGZO (siglas surgidas del nombre de los semiconductores que utiliza: óxidos de indio, de galio y de zinc), y deja entrever para 2014 otra innovación bautizada como «tecnología del ojo de polilla», puesto que la pantalla estará compuesta de conos microscópicos, como el ojo de un insecto, lo que se supone que mejorará todavía más la calidad de la imagen.

No obstante, los analistas de la asociación de consumidores electrónicos de Estados Unidos, la CEA, reconocían antes de la apertura del CES que el mercado tendría «necesidad de tiempo para desarrollarse», estimando que la televisión ultra HD representaría apenas algunos puntos porcentuales del mercado estadounidense en 2015. Estos aparatos, de hecho, «no están adaptados al mercado de masas», ya que son de muy alta gama y, por lo tanto, muy caros.

Phil Molyneaux, director de explotación de Sony, indicó por otra parte que, además de su televisión más grande, el grupo iba a lanzar en primavera modelos más asequibles de 1,4m y 1,65 metros. En la misma línea, LG anunció también dos modelos en estas dimensiones.

Otro inconveniente es la falta de contenidos de video adaptados, por lo que estas televisiones se contentan por el momento en convertir imágenes de menor calidad.

En Europa, el operador satelital Eutelsat lanzó este martes un cadena de demostración dedicada al ultra HD, pero estima que las primeras cadenas comerciales no comenzarán a difundir con este tipo de señales hasta 2015 o 2016.

Sony prevé lanzar un servicio de video en ultra HD en el mercado estadounidense, mientras que LG ha llegado a un acuerdo con el difusor coreano KBS y busca ahora a otros socios.

Sin embargo, los analistas dicen que los consumidores están más enfocados en otras funciones en las nuevas televisiones, especialmente en la capacidad de reproducir contenido en ‘streaming’ (en tiempo real) de sus dispositivos móviles en pantallas grandes y viceversa.

«Estamos viviendo en un mundo dominado por las aplicaciones, tanto en los teléfonos inteligentes como en las tabletas o la televisión», afirmó Kevin Tillman, investigador y analista en CEA.

«Los consumidores quiere acceso a sus aplicaciones en todo momento y usarán cualquier dispositivo, las televisiones incluidas, que ofrecen la experiencia más conveniente y mejor para el usuario».

La CEA afirmó que uno de cada cinco adultos estadounidenses posee una aplicación inteligente compatible con las televisiones HD y que el 90% las usa en sus dispositivos de alguna manera.

«Para mí, la sincronización de contenidos es dónde existe la magia. La gente usa una media de cinco o seis dispositivos, y ahora puedes usar constantemente uno a través de otro», opinó Danielle Levitas, analista de consumo en IDC.

Para Levitas, las empresas de cable están moviendo un nuevo concepto llamado «TV en todos sitios», que permitiría a los consumidores ampliar sus suscripciones a otros dispositivos que tengan.

«A causa de las licencias de contenidos, muchas de esas experiencias están limitadas a la casa», señaló. «La gente quiere disfrutar de ese contenidos en también en una tableta en un lugar remoto, o en una habitación de hotel».

Los fabricantes tienden a hacer aparatos de televisión cada vez más grandes, que para el consumidor significa que son mejores, y con una mayor calidad de la imagen. {jathumbnail off}

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