Colima.- Un LectorAF denunció ante esta agencia que su hijo fue agredido físicamente por su maestro de karate supuestamente porque no hacía los ejercicios correctamente, asegura que ya interpuso una denuncia ante el Ministerio Público, pero desea que se de a conocersu caso, para que otros padres de familia estén al pendiente de sus hijos.
«El día 10 de julio del 2019 mi hijo de 8 años de edad acudió a su clase de Karate (en una escuela ubicada en el estado de Colima), ese día el Sensei puso a mi hijo a realizar una serie de ejercicios, solo que cuando no le salían correctamente lo golpeaba en repetidas ocasiones con una vara de bambú en la parte de atrás de las rodillas y las piernas, lo cual ocasionó lesiones en la piel de mi hijo y grandes moretones».
«No esta de más mencionar que mi hijo lloró bastante al punto de decirme que ya no aguantaba el dolor. Cuando mi hijo salió de su clase de karate nos dirigimos a la casa, el aún lloraba intensamente, y me decía que le dolía y le ardía bastante para sentarse, mi sorpresa fue que cuando el se estaba quitando la ropa para bañarse, descubrí las agresiones físicas que su maestro le había hecho, sus piernas marcadas de los varazos de bambú que le puso».
La denunciante comenta que el maestro justificó la agresión contra el menor, señalando que se trata de un método correctivo tipo militar, el cual nunca mencionó cuando ingresó a esas clases y que no es la primera vez que utiliza esa «técnica» con los niños.
¿Qué hacer en estos casos?
Luis Javier Iturriaga Morales, secretario JKS (Japan Karate Shots Renmei) en México, recomendó a los padres que acudan a ver cómo el maestro imparte las clases, pida referencia con otros padres de familia, además de indagar en redes sociales si la escuela está afiliada a alguna asociación internacional respetable.
«Si el maestro les grita a los alumnos, maltrata a los niños, definitivamente no es un buen lugar, lo que se observa en las fotos, evidencia que no es un buen lugar, no tiene nada que ver con artes marciales ni con enseñanza de ningún tipo».
Consideró que cualquier entrenamiento tiene que ser gradual, tanto en niños como en adultos.
«Un buen maestro va a tomar a los principiantes y los va a ir acondicionando fisicamente para que posteriormente puedan realizar cierto tipo de actividades más avanzadas, eso es un proceso gradual que toma tiempo, los papás deben saber que no pueden esperar que un niño o un adulto que no desempeñe una actividad física el primer día o los primeros seis meses, puede tomar varios años en que una persona alcance un nivel de competencia adecuada y un buen instructor lo va a llevar poco a poco, forzar a un niño para alcanzar un nivel tampoco es adecuado».
Hay niños que no les gustan cierto tipo de actividades, entonces lo recomendable sería ofrecerles otras opciones, un buen instructor lleva poco a poco a los alumnos para que ellos vayan generando confianza y así se sientan animados para desarrollar cualquier actividad sea la que sea.
«Las artes marciales no están diseñadas para un determinado tipo de persona, una persona en artes marciales puede desarrollarse de acuerdo a su propia estructura y salir adelante, pero sí nos ha tocado ver que algunas escuelas ponen a los más nuevos a hacer actividades que están fuera de su acondicionamiento físico, eso no está bien, tienen que llevarlos poco a poco, gradualmente adquiere fuerza y técnica».
El 4º Dan JKS señaló que el esfuerzo siempre va a estar en cualquier disciplina, pero en el momento en que se agrede a una persona psicológica o físicamente eso no es crecimiento es abuso y pésima instrucción.
«Yo le puedo pedir a una persona que al principio haga diez lagartijas, en dos semanas que haga 15 y en seis meses 50, y en una años cien, pero pedirle a una persona que acaba de iniciar que haga mil y si no las hace además le flagelo, lo golpeo o psicológicamente lo agredo, no está bien estimulado, el crecimiento es gradual y un buen instructor va ir pidiendo poco a poco al alumno un poco más de esfuerzo».
Recordó que en un entrenamiento de artes marciales una marca física de combate es un moretón o agarres en adultos.
Recomendó a los padres verificar que las personas que van a dar una instrucción a sus hijos sea moralmente adecuada, y que tenga las credenciales que acrediten su capacidad en la disciplina que ostenta; y a la primer señal de abuso retirar al niño de ese lugar.
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