Una dosis diaria de legumbres produce pequeñas reducciones de los niveles de azúcar en sangre, la presión y el colesterol, según un nuevo estudio.
Luego de tres meses de una dieta con porotos, el riesgo a 10 años de padecer enfermedad cardiovascular de los participantes del estudio disminuyó del 10,7 al 9,6 por ciento, según publican los autores en Archives of Internal Medicine.
«Las legumbres son buenas fuentes de proteína y las proteínas bajan la respuesta de la glucosa en sangre y la presión», explicó el doctor David Jenkins, del Hospital St. Michael, en Toronto. «Además, son una fuente de fibra, que está asociada con la reducción del colesterol», agregó.
Aunque las reducciones no fueron enormes, Jenkins las consideró impresionantes. «Espero que esto permita demorar el uso de medicamentos», dijo. Pero agregó: «Si podemos mantener a los pacientes bajo tratamiento toda la vida sin complicaciones diabéticas, habremos ganado».
Las legumbres como los porotos, los garbanzos y las lentejas ya se les recomiendan a los diabéticos por su bajo índice glucémico, que indica la rapidez con la que un alimento eleva la glucosa en sangre.
El equipo de Jenkins organizó a 121 personas en dos grupos: uno debía consumir por lo menos una taza más de legumbres cocidas por día y el otro debía comer más alimentos de trigo integral para reforzar el consumo de fibra.
A los tres meses, los niveles de hemoglobina A1c habían disminuido del 7,4 al 6,9 por ciento en los consumidores de porotos y del 7,2 al 6,9 por ciento en los consumidores de trigo integral.
Las cifras describen los niveles de glucosa en sangre en los dos o tres meses previos y se recomienda que no superen el 7 por ciento.
«Pudimos reducirlos al rango del 6 por ciento, donde queremos que estén», dijo Jenkins, quien agregó que las autoridades regulatorias de Estados Unidos consideran que una variación de 0,3 o 0,4 puntos porcentuales es «terapéuticamente relevante».
El mayor efecto obtenido con las legumbres que con el trigo integral (0,2 puntos porcentuales) es estadísticamente confiable, aunque se desconoce qué significa para los diabéticos.
El consumo de trigo integral no modificó los valores de la presión, pero el de legumbres redujo de 122 a 118 puntos la presión sistólica (valor máximo) y de 72 a 69 la presión diastólica. La presión normal es 120/80 mm Hg.
El equipo calculó que los diabéticos que consumen una dosis diaria de porotos podrían reducir menos de 1 punto porcentual su riesgo a 10 años de padecer un infarto cardíaco o cerebral.
En cambio, los fármacos para reducir el colesterol disminuyen un 20 por ciento, o 2 puntos porcentuales, el riesgo cardiovascular a 10 años en las personas con un riesgo del 10 por ciento.
El equipo no identificó más efectos adversos gastrointestinales en uno u otro grupo. Pero el autor aclaró que el grupo tratado con legumbres también había consumido mucha fibra, lo que podría haber enmascarado algún efecto potencial.
Un editorial sobre el estudio habla de la efectividad de la terapia nutricional en el tratamiento de la diabetes, pero cuestiona si los pacientes pueden consumir suficiente cantidad de legumbres para obtener sus beneficios.
La autora, Marion Franz, de Nutrition Concepts, Franz Inc., Minneapolis, escribe que se desconoce si el efecto de las legumbres se debe al bajo índice glucémico o el alto contenidode fibra.
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